Sindicales

1/12/2020

ACEITEROS

Paro de aceiteros Rosario y de recibidores de granos del Cordón

Se impone el paro general de todos los trabajadores del Complejo Oleaginosos Agroexportador por el salario, el CCT y en defensa de los puestos de trabajo del grupo Vicentin.

Desde la madrugada de este primero de diciembre, las y los trabajadores aceiteros de Rosario nucleados en la Federación Aceitera están de paro en reclamo de una recomposición salarial que iguale el salario al costo de la canasta familiar frente al empantanamiento de las negociaciones paritarias trabadas desde hace meses. Hubo asambleas obreras en los portones de las plantas rosarinas de Dreyfus y Cargill, como antesala de la medida. En las plantas del norte santafesino hay paro parcial en Vicentin. Se trabaja con normalidad en Buyatti.

La medida de lucha se orienta también a garantizar el pago del bono de fin de año que forma parte de las conquistas salariales de los trabajadores aceiteros, que las patronales quieren retacear este 2020, pese a que no pararon la producción ni un minuto. Las actividades ligadas al complejo agroexportador fueron declaradas “esenciales” por los gobiernos nacional, provincial y municipal, incluso frente al riesgo de contagio por el contacto con el comercio exterior.

En un comunicado insidioso, la Ciara –principal cámara que agrupa a los pulpos aceiteros como Cargill, Dreyfus, Bunge, Cofco, AGD- dice que no puede afrontar esta demanda obrera, a la que califica de “desmesurada”. Lo cierto es que estas patronales vienen de ser beneficiadas por el gobierno del Frente de Todos con la rebaja de las retenciones a las exportaciones a la soja y otros granos, que de manera diferencial benefician especialmente a los granos procesados.

A esto se suma la fuerte devaluación del peso, que amplía los márgenes de ganancias en dólares, que es la moneda en la que exportan estas empresas oligopólicas, que además controlan los puertos privados. Un negocio redondo, mientras los salarios en pesos se devalúan al ritmo de la inflación y el ajuste.

San Lorenzo: que el Soea convoque al paro

En las plantas de San Lorenzo, donde se concentra la actividad, el Soea (Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros) no ha convocado al paro aún. El secretario general del sindicato, Pablo Reguera, integrante de la Corriente Federal de Trabajadores, está recorriendo las fábricas que se encuentran trabajando y están con las celdas llenas, por lo que el fin de semana las patronales cortaron los cupos y ya no entran más camiones, lo que condiciona la medida de fuerza.

La bronca obrera es muy grande, al retraso salarial se suman las denuncias por la violación de los protocolos de seguridad e higiene en torno a contagios de Covid-19, que contaron con la complicidad de los ministerios de Trabajo y Salud, que ocultan estos hechos para evitar el parate de la producción.

El 20 de noviembre, un obrero de Vicentin San Lorenzo murió aplastado por el brazo hidráulico de una máquina. Una nueva muerte obrera a la masacre laboral que se vive en el cordón y que se verá agravada por la nefasta ley de ART que promovieron como legislación laboral el ministro de Trabajo de Santa Fe, Roberto Sukerman, y su par nacional, Claudio Moroni, a pedido de las patronales y de las empresas de ART.

Unidad de las y los trabajadores

El gremio de recibidores de granos de puertos privados (Urgara) viene con paros intermitentes, que ahora se suman al paro de la Federación Aceitera, también reclamando por una paritaria incumplida de parte de las patronales que han aprovechado la pandemia y la cuarentena para condicionar las cláusulas de revisión establecidas en las paritarias de 2019. Un tema que afecta también a los portuarios. Los recibidores también reclaman por una reducción de la jornada laboral a 6 horas, que considere la insalubridad de la tarea.

El paro aceitero es una pulseada muy importante, porque representa un sector que ha sabido ser vanguardia en la defensa del salario en la vinculación que debe tener con el costo de la canasta familiar, del que debería ser un equivalente. Está claro que el gobierno quiere cerrar su pacto con el FMI en base a devaluar salarios y haberes jubilatorios, por lo que una victoria de los aceiteros sería un golpe a esta estrategia capitalista.

La unidad en la lucha del conjunto de las y los trabajadores del Complejo Oleaginoso Agroexportador de Santa Fe, con asambleas que fijen mandatos y plenarios de delegados de todos los gremios en base a los mismos, es capaz de conquistar un salario igual a la canasta familiar, como lo ha hecho en el pasado.

Viva el paro de aceiteros y de todos los obreros de complejo agroexportador.