Los trabajadores del transporte interurbano de pasajeros vienen realizando un pedido de recomposición salarial desde hace tres meses. En ese sentido vienen realizando asambleas, y paros de 24 horas, también anunciaron una medida de fuerza de 48 horas. Reclaman un aumento similar al otorgado a sus pares de la UTA.

En un comunicado la cámara que nuclea a las patronales, Fetap, planteó “un 25% de aumento en el salario básico de los trabajadores para el mes de abril para acompañar a los trabajadores del sector, cuyo básico pasaría a $751.000 más un viático mensual de $180.000 para la categoría Conductor”. Es decir que los capitalistas tienen una clara intención de imponer un “incremento” salarial que no recompone de ninguna manera la inflación. Es decir, la “propuesta” de la patronal convalida una confiscación en los ingresos de los trabajadores.

Además, las patronales ya dejaron entrever que acuerdan con una reestructuración del servicio, que re planifique recorridos, y frecuencias. Este es un punto de coincidencia con el gobierno de Martín Llaryora, otra coincidencia radica en repetir discursivamente la crítica por la quita de subsidios al trasporte del interior por parte de Javier Milei. No obstante, los empresarios señalaron que la administración provincial adeuda fondos de los boletos sociales, lo que no fue desmentido por el ejecutivo.

Hay que decir que el gobierno de Córdoba, como el de Milei, también viene aplicando un  tarifazo en los servicios públicos, y el transporte no es la excepción. Y más allá de la retórica que alude a marcar una diferenciación en materia de distribución de subsidios, es claro que también defiende el interés de empresarios en la discusión salarial, y más en general está a fondo con una nueva reforma laboral, que bien visto, es el cuadro en el que se están dando las peleas de la clase obrera.

En ese sentido, ya trascendió que las patronales van a plantear “retiros voluntarios”, como parte de la mencionada “reestructuración”. Como se ve, la defensa de la renta de empresarios ataca a las condiciones de trabajo y a las condiciones del servicio.

La lucha es ahora

Esto es claro, puesto que el atraso de las patronales en materia salarial viene siendo una constante, antes, durante, y después de la pandemia. Incluso cuando tenían los fondos, que ahora reclaman para mejorar los salarios no lo hicieron, y hasta llegaron a retener subsidios que deberían de ir directo al bolsillo de las y los trabajadores.

Cabe tener en cuenta que los subsidios continuaron siendo manejados discrecionalmente, que no fueron usados para invertir. Los gobiernos continuaron dejando actuar a la Fetap a sus anchas, sin garantizar que los empresarios cumplan con mejorar los servicios.

La conducción del gremio (Aoita) ha sido renuente a favorecer la construcción de un plan de lucha colectivo que desarrolle paros activos y movilización, y actúa a la defensiva en relación a lxs usuarixs del servicio, en lugar de actuar favoreciendo un frente único con la población que también es víctima de patronal parásitas y sus gobiernos aliados, que más allá de alguna declaración de ocasión, lo cierto es que comparten una orientación anti obrera.

El reclamo salarial de trabajadores del transporte interurbano no es la única demanda de recomposición salarial. En semanas se vuelve a reabrir la discusión de estatales y docentes, que también tiene implicado a un gobierno ajustador y defensor de las patronales. Es necesario una intervención desde el campo de los trabajadores para construir la huelga que le doble la mano a las patronales y sus gobiernos.

En ese sentido, el pasado jueves sindicatos combativos como Uepc-Capital, ATE, Sutna, Químicos, junto al Polo Obrero impulsaron una asamblea en la que se votaron resoluciones de lucha para reforzar la lucha por todos los reclamos obreros y populares. Esto es un punto de apoyo, para una intervención del conjunto de trabajadores del transporte que están interviniendo en defensa propia, en la acción independiente y colectiva está la fuerza para impulsar un plan de lucha, y así defender el salario y el convenio colectivo de trabajo. Frente al parasitismo de las compañías, es necesario plantear su estatización bajo control de los trabajadores. Esto se resuelve luchando.

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