Sindicales

22/9/2016|1429

Paro del 27: el rol de las conducciones sindicales

El gobierno “duerme” las paritarias, ante el silencio de la CGT


El gobierno le ha dado la garantía a los capitalistas de que no habrá reapertura de paritarias, con el peregrino argumento de que “el salario le irá ganando a la inflación” por la caída de los índices. La realidad es que, de acuerdo al gremio, ya hay una pérdida de entre 10 a 15 puntos respecto a la carestía anualizada, hoy en 43,5% y de unos 13 puntos en las jubilaciones.


 


Facundo Moyano dijo “están pidiendo implícitamente que los sindicalistas acepten una reducción de salario”. Pero su padre dijo “las paritarias están permanentemente abiertas”, lo cual esteriliza el reclamo. En la misma línea, Barrionuevo le dijo a Macri en una de sus tertulias telefónicas “no te metas en las paritarias que son acuerdos entre privados”. Absurdo, porque el Estado homologa y porque el Estado es patrón de millones de trabajadores en su forma nacional, provincial y municipal.


 


Ergo, la burocracia sindical renunció a la reapertura de paritarias que centenares de miles de docentes han reclamado con paros, al igual que otros sectores.


 


La burocracia pone por delante  la contención al movimiento obrero por sobre toda otra consideración. No pararon ante 200 mil despidos, no pararon ante el veto de la llamada “ley antidespidos”, no lo hacen ante el desborde inflacionario, y ahora están dejando pasar la brutal cachetada de la continuidad del impuesto al salario.


 


La burocracia explota pérfidamente la inhibición que produce la recesión económica. Y la burocracia evita toda agitación. No se presentaron en la Audiencia Pública del Gas que tuvo en vilo al país. Sólo estuvo Pereyra para apoyar el tarifazo en favor de las petroleras y ocultar los más de 4.000 despidos en la industria en lo que va del año. Mientras tanto, arrecian las suspensiones y retiros voluntarios (y hasta cierres) en la industria metalmecánica, textil y el calzado, entre otras ramas. Se han cerrado 500 mil cuentas sueldo.


 


Desde abajo


 


Las huelgas vienen de abajo. Pilotos, los 7.000 camioneros de OCA, los 11 mil municipales de Mar del Plata, al igual que los de Coronel Suárez, la extraordinaria huelga azucarera del Ingenio El Tabacal, las traicionadas y reprimidas luchas petroleras como la de los obreros de SAI en Las Heras, los trabajadores del SAT. Un día antes del Confederal del viernes 23, los bancarios realizarán una marcha de advertencia por la reapertura de su paritaria, cerrada en un 33% que fue carcomido por la inflación.


 


Las tendencias de lucha están presentes, y van a tener una nueva expresión en un paro nacional de docentes, estatales, judiciales y trabajadores de la salud el 27 de setiembre. Para ese día, ATE había convocado a un paro de 24 horas con marcha a la Plaza de Mayo. En ese cuadro, se sumó al paro la Conaduh, los Suteba combativos, en su plenario de delegados de escuela con mandato, convocaron a un paro docente y a confluir con los estatales en la movilización al centro del poder político, junto a judiciales y Cicop. La decisión de los Suteba y de trabajadores de la educación en conflicto, como los de Córdoba, obligó a Ctera al paro nacional.


Otra vez, una convocatoria parcial se transforma en un canal.


 


Pacto Social


 


El confederal bendecido por el Papa ha tomado nota del papel que le cabe para consolidarse como una pata de contención del ajuste. El secretario general de La Fraternidad y miembro de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), Omar Maturano, gremios estratégicos para el éxito de un paro nacional, sostuvo que “hasta fines de octubre debemos esperar”, y vaticinó que la mayoría “busca un camino acorde con la paz social, sin conflictos”.


 


Si el Confederal dispone alguna “medida de fuerza”, al decir del canillita Plaini, recién vería la luz en el mes de noviembre. Aún cuando la medida revista el formato de un paro, lo cual está por verse, tendrá la forma de una acción aislada y sin perspectivas, con el objetivo de “cerrar” un año signado por la colaboración con el ajuste. La CGT ya anunció que se conforma con bonos de fin de año o sumas puente libradas a la situación de cada rama industrial, que sirvan para clausurar cualquier discusión salarial hasta 2017.


 


Paro activo nacional y plan de lucha


 


Más que nunca, ante la emergencia de luchas aisladas que tenemos que apoyar y llevar a la victoria, reafirmamos un programa basado en la reapertura de paritarias, el reparto de horas de trabajo disponibles sin afectar el salario, el aumento de emergencia a los jubilados, la abolición de ganancias en los salarios de convenio. La Coordinadora Sindical Clasista-Partido Obrero refuerza su campaña de asambleas y pronunciamientos, por un paro activo nacional y un plan de lucha para madurar las condiciones de una irrupción de la clase obrera. Esto supone la superación de la burocracia y la convocatoria a un congreso de delegados de base que elabore un programa antagónico al de “los ajustadores”, sean oficialistas (Cambiemos) u opositores (Massa, FpV, PJ).


 


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