Más de 500 compañeros colmaron el Aula Magna de la Universidad de Luján, en San Miguel, para la asamblea del Suteba de General Sarmiento. El sindicato quedó chico y la Universidad, también.

Había escuelas enteras, algunas con la mayoría del plantel de ambos turnos, varias con parte de su equipo directivo.

El objetivo de la asamblea, la tercera en una semana, era ratificar el paro de 24 horas del jueves 16 de agosto, por aumento salarial, por un básico de emergencia ya de 1.200 pesos y por un salario básico igual a la canasta familiar.

Al cabo de las primeras intervenciones quedó claro que el paro del 16 era inamovible, y que al igual que el recinto donde deliberamos, también quedaba chico.

“Queremos continuidad, paros progresivos. Queremos un plan de lucha”.

Las 24 horas son insuficientes. En pocos minutos, el ambiente era una caldera. Tribuna Docente y los compañeros del MAS de la directiva impulsamos el paro del 16 y un paro de 48 horas la semana siguiente. Tribuna había recorrido las escuelas con este planteo.

Izquierda de los Trabajadores e Izquierda Socialista (que también integran la directiva) y una versión de PRS-FOS local, pretendieron “enfriar” el ambiente, y  plantear que el paro de 48 horas se votara… sin fecha. Se llegó a decir que “éramos muchos, pero que se debía llegar a cada uno de los 7.000 docentes de nuestros distritos para decidir un paro de 48 horas”. Casi casi, una de las 'consultas' de Baradel-Perillo. La respuesta de los compañeros, a los gritos, fue: “¡paro, paro, paro!” y “¡que se vote!”.

Por unanimidad, la asamblea votó parar y llamar a parar a todos los sectores que luchan el 16 de agosto, paro de 48 horas para los días 23 y 24, como parte de un plan de lucha ascendente, con paros coordinados con los sindicatos y seccionales dispuestos a salir a la huelga, y recorrer las escuelas para imponer masivamente el paro.

Los compañeros de la Lista Rosa-Gris-Roja de Sarmiento, del comienzo al fin de la asamblea, batallaron para que se votara ese mandato.