Sindicales

5/11/2014|1339

Paro petrolero contra el impuesto al salario

Casi en simultáneo con la aprobación de la nueva ley de hidrocarburos en el Congreso, un plenario de 2.000 trabajadores petroleros en Comodoro Rivadavia, aprobó por unanimidad un paro el próximo jueves 6 de noviembre, afectando la producción, con el objetivo de modificar el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias sobre el salario. Una sangría salarial que hace estragos entre los petroleros de las provincias patagónicas. El sindicato camionero se sumó a la medida.


 

Este paro recoge una lucha creciente desde las bases, que más de una vez las burocracias convocantes del plenario no han podido silenciar. 



El plenario petrolero fue también contemporáneo a la presencia en Comodoro de Hugo Moyano, que asistió a un acto con 4.000 asistentes, donde hizo el lanzamiento de su partido junto al candidato a gobernador de Chubut Mario Das Neves. El flamante partido de Moyano se integró al frente "Chubut Somos Todos" del ex gobernador, ahora alineado con Sergio Massa a nivel nacional. 


Mucho ruido en pocas horas en Comodoro Rivadavia.


¿Otra Federación?


Entre los promotores "fuertes" del paro petrolero se encuentra el secretario general del sindicato de Chubut, Jorge Ávila, alineado con el gobernador Martín Buzzi y el gobierno nacional y defensor a ultranza de la ley petrolera aprobada recientemente. Por otro lado, está el secretario general de los petroleros de Neuquén, Río Negro y la Pampa, Guillermo Pereyra, que critica a la nueva ley petrolera y milita en la oposición al gobierno nacional, en la tónica de Moyano. 


El plenario en Comodoro lanzó también la constitución de la Federación de Trabajadores de Petróleo y Gas Patagónicos, que tendrá un congreso de fundación el próximo mes de marzo. 


La burocracia busca crear una estructura por encima de los sindicatos de base de cara a las discusiones salariales y convencionales, frente al surgimiento de sectores activistas descontentos con el régimen laboral, la estructura salarial (básico muy bajo) y la falta de medidas de seguridad, que han provocado una seguidilla de accidentes fatales.


Con Capitanich y Tomada.


El anuncio del paro provocó que los dirigentes fueran citados a una reunión con Capitanich y Tomada, que pasó a un cuarto intermedio. Se sumó a esa reunión el secretario general del sindicato de Santa Cruz, Claudio Vidal, que inclina la balanza hacia el gobierno nacional y no concurrió al plenario en Comodoro Rivadavia, ni apoya el paro del 6 de noviembre. Además, el secretario general de Chubut, Ávila, defendió la exención del pago de ganancias a los petroleros, pero sólo "al sur del paralelo 42", es decir, para su provincia, Santa Cruz y Tierra del Fuego, dejando fuera a Neuquén, Río Negro y La Pampa, ámbitos del sindicato de Pereyra. El mismo dirigente de Chubut le puso precio al levantamiento del paro: "una bonificación de entre $ 7.000 y 9.000 por noviembre y una cifra similar por diciembre", pero la burocracia petrolera no le ha fijado un monto preciso al reclamo. Como además, los pulpos petroleros están considerando el punto, el paro pende de un hilo.


Un pliego de conjunto.


Un tema que estuvo ausente en el plenario petrolero fue la jornada laboral. Curiosamente el secretario general del sindicato de Chubut criticó duramente a Das Neves por mencionar la necesidad de una jornada de 8 horas en el sector, en el acto que hizo junto a Moyano. 


Este es un tema clave de cara a las próximas paritarias: las jornadas agotadoras no rinden salarialmente, ya que gran parte de las horas extras y adicionales se los lleva el impuesto al salario. 

La cuestión es tomar el planteo de conjunto: una jornada de 8 horas, apertura de un nuevo turno en los yacimientos y aumento sustancial del sueldo básico, no son reclamos contrapuestos a la eliminación de ganancias sobre el salario o el aumento del mínimo no imponible. 


La burocracia no lo ve de esta manera. 

Por un paro total el 6 de noviembre.