Sindicales

26/6/1997|545

Paro petrolero por aumento de salarios

Los trabajadores petroleros de las principales cuencas del país acaban de protagonizar un importante paro nacional por un aumento del 30 por ciento de sus salarios.


Las grandes patronales petroleras, en primer lugar YPF, se niegan a otorgar los aumentos, a pesar de los fabulosos beneficios que están obteniendo. El ‘ranking’ de las empresas que más ganaron en la Argentina en 1996, que acaba de publicar la revista de negocios Mercado (junio/96), informa que entre ‘las 10 primeras’ hay 5 pulpos petroleros, encabezados, por supuesto, por YPF. Los beneficios de esos 5 grandes pulpos saltaron de 1.348 millones de dólares en 1995, a 1.493,4 millones en 1996; un incremento de casi un 11 por ciento (¡y esto durante dos años ‘recesivos’ en el mercado interno!). A los trabajadores, los pulpos les ofrecen sólo un 3 por ciento de aumento salarial, después de más de 5 años de congelamiento. Lógicamente, los trabajadores se han negado a aceptar la limosna patronal. La misma ‘investigación’ citada destaca que las empresas petroleras están en el segundo lugar, en el país, “en el ranking del empleo”, esto es, en el índice de “productividad”, medido según la cantidad de personal sobre el monto de ventas.


Toda la clase capitalista es cómplice de este saqueo de los YPF, Pérez Companc, Amoco, Shell, etc. La ‘nota’ la han dado los diputados santacruceños del Frepaso, que proponen acordar a los pulpos “reducciones” en las tasas del impuesto a los ingresos brutos … “en la medida que creen empleos y contraten personas radicadas en la provincia”. Además, como hay “altísimas tarifas para energía eléctrica en la zona norte (de Santa Cruz) … el Gobierno puede entonces reducir las tarifas a cambio de una política acordada con las empresas para crear empleo…” (La Opinión Austral, 18/5).


El Frepaso pide eximición de impuestos para los que crearon el desempleo y desencadenaron lo que, de acuerdo a la denuncia del sindicato que agrupa a los 8 mil trabajadores petroleros de la cuenca, “puede ser la próxima Tartagal” (La Nación, 13/5). El Frepaso no pide rebaja de tarifas de la energía eléctrica para los desocupados y el pueblo trabajador, ¡sino para los nuevos ‘esquiladores’ de la Patagonia! El propio Frepaso santacruceño denuncia que “el gobierno no está exigiendo el cumplimiento de las normas vigentes para el control del impacto ambiental en la explotación petrolera. Las empresas siguen manteniendo las piletas de petróleo, provocan derrames y luego los tapan con topadoras, produciendo un doble desastre” (ídem). Es bien sabido, además, que los pulpos petroleros evaden el impuesto inmobiliario (ver las denuncias que publicamos en Prensa Obrera Nº 542, 5/6), y declaran las regalías por debajo de su valor real.


La campaña iniciada por el PO por la renacionalización de YPF está más vigente que nunca.