E gobierno de Scioli mantiene una política sistemática de ajuste contra la educación pública. Los aspectos más evidentes son el derrumbe edilicio y el cada vez mayor caudal de docentes que no cobran sus salarios, en muchos casos desde abril pasado.

 

A pesar de que los últimos paros y la movilización de los Suteba multicolores del 8 y 9 de septiembre fueron masivos, los funcionarios de la Dirección General de Cultura y Educación se negaron a recibir a las conducciones multicolores. Scioli ha adoptado una política de provocación contra los docentes, para lo cual cuenta con la colaboración abierta de la dirección de Roberto Baradel.

A la tregua sin fin del Suteba celeste se han sumado la FEB y Udocba.

 

 

En este mes que ha transcurrido, Scioli, Macri y Massa han hecho responsables a los docentes de la decadencia educativa que ellos han generado.

 

En sus plataformas de ajuste incluyen exámenes de ingreso y de control periódico de la formación de los maestros y profesores, de los cuales dependerá el acceso o la pérdida de sus cargos (la eliminación lisa y llana de la estabilidad laboral y la manipulación del ingreso a la docencia, por la que tanto luchó el magisterio hasta el triunfo que significó la conquista del Estatuto del Docente en 1958), el salario por mérito (por resultados, sin importar las condiciones en las que se deba educar), el carácter de servicio esencial de la docencia (eliminar el derecho de huelga) y recortar aún más el salario docente instrumentando el presentismo.

 

 

La CTA de la provincia de Buenos Aires también convocó a parar. Además de los Suteba combativos, pararon y se movilizaron ATE, la AJB y la Cicop. Sin embargo, en los sindicatos de la CTA la convocatoria fue clandestina, prácticamente desconocida, y con un programa difuso de reclamos.

 

Coincidentemente, el 24 de septiembre se reunió con Scioli una parte de la cúpula de la CTA y de ATE, entre ellos Micheli y "Cachorro" Godoy. De esa reunión con el enemigo serial de los docentes y de los estatales, los dirigentes de la CTA salieron pi-po-nes. Para Micheli, "fue una reunión amena, donde pudimos plantear la regularización del Consejo del Salario, para que funcione en serio" (página de la CTA Provincia).

 

El Consejo del Salario es el ámbito de conciliación de la burocracia sindical con la patronal y el gobierno, para entregar las reivindicaciones obreras. La CTA "opositora" se está auto-invitando al pacto social que pretende Scioli para disciplinar al movimiento obrero y poner tope a la paritarias, uno de los principales ejes de su plan de ajuste.

Respecto de las reivindicaciones de los trabajadores, para los dirigentes de la CTA, Scioli "se mostró dispuesto a priorizar estas cuestiones durante su mandato". Más grave, la CTA declaró que "valoran el gesto de Daniel Scioli, ya que es el emergente como candidato a presidente de un gobierno y un partido que durante muchos años desconoció, ninguneó y discriminó a nuestra Central, colocándola en la vereda de la oposición" (¡!). Una declaración jurada de oficialismo a la carta.

 

 

La lucha contra el ajuste actual y contra el que se viene requiere de la unidad de acción de docentes y estatales. Esta unidad de acción no vendrá de parte de quienes "valoran" a Scioli y le piden un lugarcito al sol.

 

Nos pronunciamos por la necesidad de poner en pie un Congreso de delegados de base de docentes y estatales, que defina un plan de lucha conjunto para quebrar la política antiobrera de Scioli, Macri y Massa.