En Pilar, el paraíso del poder, donde las internas de la burguesía se dirimen en la geografía de los “countrys” y los problemas entre explotadores y explotados no son tema de conversación porque las fábricas están lejos, los despidos, las suspensiones, los adelantos de vacaciones e incluso los cierres están en el orden del día.

En la ruta 25, cerca de Villa Rosa, donde hay algunos “mini parques” industriales, la cerámica Pilar Ferrum y FV (hidrobronce) pertenecientes a los mismos dueños y ligadas a la construcción, han cerrado sus plantas por todo noviembre (por ahora). Son dos fábricas que habían aumentado su plantel, llegando casi a los 2.000 operarios.

En el parque industrial de Pilar, camino a Luján, Sidra La Victoria incumplió el contrato que tiene con su “personal de temporada”, con lo que la producción masiva que se realiza todos los años en los preparativos de las fiestas y el resto del verano no se llevará a cabo; la justificación es el recurso de crisis. Están cortadas las horas extras en la mayoría de las fábricas; suspenden de tres a cuatro días por semana en Laso (fábrica de barritas de cereal); hay despidos de contratados en Quebecor, suspensión de extras en Unilever, 50 despidos en Trico (autopartista), despido de todos los contratados y algunos efectivos en Giesse Group (herrajes).

La situación comienza a ser grave, aunque los medios no la registran. El PO ha instalado puestos de agitación en todas las zonas de concentración de obreros que van al Parque, llamando a convocar una intersindical y a una asamblea general de los trabajadores del Parque (que reúne 170 plantas) para resolver una acción de lucha frente a los despidos y suspensiones. Las barriadas que rodean a las concentraciones fabriles y que albergan trabajadores afectados pueden ser un factor de apoyo en una movilización para prohibir los despidos, rechazar los recursos de crisis y reclamar el reparto de las horas de trabajo, sin afectar el salario.