Sindicales

22/10/2009|1105

PCR: de críticas y autocríticas

En el boletín Nº 31 “Nueva Hora” de los “trabajadores y trabajadoras de Terrabusi” del 19 de octubre, o sea posterior a la polémica firma del acta de paz social, la CCC de la fábrica dice que “con la firma del acta del 16 de octubre estamos en mejores condiciones para seguir la pelea por la reincorporación de todos los compañeros. Por eso, no haber firmado es equivocado, como reconoció autocríticamente el compañero Ramón Bogado”.

Ambas cosas son falsas. La firma del acta desmonta la lucha por las reincorporaciones a través de la paz social de los obreros, mientras siguen la represión interna de la patronal y los procesos penales y se convoca a elecciones con los despedidos afuera; y no hay tal equivocación ni autocrítica: la no firma de Bogado fue una maniobra para salvar la ropa frente al activismo despedido. Luego, la trascendencia que tomó la fractura de la interna obligó a esta “autocrítica” trucha de la corriente política que integra el compañero.

En el párrafo siguiente, van más lejos. Atribuye a Hermosilla haber dicho “me cago en los de adentro, (porque) acá dirigen los de afuera”. Y continúa: “Eso es una línea de derrota como se demostró en los conflictos de Maffisa, Casino, Jabón Federal, Dana, Fate, entre otros”.

Desde luego, cada uno de esos conflictos fue diferente, incluso en sus resultados. Ocurrieron en distintos momentos políticos del gobierno kirchnerista, y hasta son lo contrario, puesto que no se puede comparar la formidable huelga del Casino con el problema de Dana, donde los compañeros de la fábrica no pudieron parar divididos por la patota del Smata. Lo que tienen en común es la represión de la infantería kirchnerista y la entrega de la burocracia sindical. Es decir que el PCR se suma al coro moyanista contra la “ultraizquierda” que “hay que dejar en la banquina”.

Por supuesto, el delegado de la noche jamás dijo lo que se le atribuye. Esto es un “proceso de Moscú” de típico corte estaliniano, no ya a Hermosilla sino a todo el activismo combativo.

Esta posición podría ser el primer paso de adaptación a la elección apresurada (ver nota) que convoca Daer bajo la batuta patronal. Que una asamblea general de la fábrica fije el reclamo de prórroga del mandato de la actual interna, en fecha decidida por los trabajadores tras completar la lucha por la reincorporación de los despedidos.