Sindicales

2/7/2018

PedidosYa: la tercerización en tiempos de apps

La explotación y la precarización laboral de los jóvenes

La llegada de PedidosYa, Rappi y Glovo al país, presentadas como novedosas plataformas de deliverys, no son más que un viejo truco de tercerización y precarización laboral de cientos de jóvenes que, presionados por la falta de empleo, son empujados a trabajar en condiciones de irregularidad.


Estas empresas utilizan una aplicación web y móvil que centraliza la entrega de productos, haciendo de intermediario entre el vendedor y el comprador. El negocio es redondo: sin más inversión que la propia aplicación, se llevan comisiones de los restaurantes y casas de venta por cada pedido que se entrega, el abono mensual del servicio y hasta $25000 para destacar en la búsqueda que realiza el usuario.


Se calcula que en PedidosYa hay más de 1500 cadetes y la empresa espera terminar el año con más del doble. Un número de trabajadores que quedan a su propia suerte.


En una primera etapa, el cadete tenía establecido un límite de kilometraje a recorrer por pedido, pero calculado desde el restaurante hasta el cliente, no desde el cadete hasta el restaurante. Con el tiempo estos límites se fueron modificando hasta que finalmente los quitaron, sin importar las zonas estipuladas.


Muchos de los cadetes se encuentran trabajando sin uniforme hace más de tres meses, sufriendo así temperaturas extremas y condiciones climáticas adversas.  La postura de la empresa consiste en  advertirle al cadete sobre el estado del clima sugiriéndole que se resguarde en casos de lluvias fuertes. 


Pero, en la mayoría de las zonas, no tienen una base, oficina o locación donde resguardarse. 


En este cuadro, los pedidos se van acumulando y las consecuencias recaen sobre los cadetes, que reciben quejas de restaurantes y clientes por retrasos en la que los trabajadores no son los responsables. Esto se agrava aún más por el hecho de que la empresa no le brinda al cliente un medio para comunicarse con la empresa. 


PedidosYa provee bicicletas en el caso de que el trabajador no tenga la suya, pero estas son muy incómodas y precarias para la extensa jornada de trabajo. La otra opción es que el cadete ponga su propia bicicleta y la empresa le pague alrededor de $900 por mes para cubrir los gastos de mantenimiento y eventuales arreglos. Obviamente, esto resulta insuficiente ya que los gastos suelen ser bastante mayores a esa cifra miserable. 


El cadete cobra un sueldo mensual de 9.500 pesos más extras si trabaja de manera part-time. Los cadetes que trabajan full-time no cobran el doble, sino que llegan a un techo de 15.500 pesos.


Como si esto fuera poco, en las últimas semanas se filtró que los cadetes van a tener turnos y francos rotativos, que serán asignados por la misma aplicación una semana antes. La empresa dice que los cadetes que estudien o tengan alguna otra actividad pueden presentar un certificado, dejando en claro que los tiempos de la vida de los demás tienen que estar subordinados a los tiempos que la empresa les impone aleatoriamente semana a semana. 


Los contratos que, en este último período, le hacen firmar a los nuevos trabajadores, plantean que PedidosYa puede elegir franjas horarias en las que puede exigir al cadete que cumpla tareas. 


Si los cadetes tienen algún inconveniente en el trayecto que impida la entrega del pedido, se le descuenta del sueldo el monto de la encomienda. Tampoco pueden negarse a entregar ningún pedido y si lo hacen la aplicación los pone en pausa (suspendidos) automáticamente. 


Si hubiera alguna emergencia, el trabajador debe advertirle a un número por wathsapp, atendido desde Uruguay (llamado Operaciones) y esperar indicaciones. Cuando hay una gran demanda, al  haber muchos trabajadores activos, responden con mucho retraso, si es que lo hacen. 


El sindicato, la Asociacion Sindical De Motociclistas Mensajeros y Servicios (ASiMM), que está adherido a la CGT, no solamente no acude en asistencia de todos estos trabajadores tercerizados, sino que en muchas ocasiones se ha negado pedidos de asesoramiento y hasta han dado la información a la empresa contratista.


Este método no es algo que sorprenda, ya que la burocracia sindical funciona como gran traba para la organización de trabajadores que quieren luchar por sus derechos, y son artífices de las paritarias firmadas por debajo de la inflación, y garantes de los despidos y la precarización laboral.


Por todos estos atropellos y frente a la entrega del sindicato, hay que organizar la lucha de PedidosYa , que es la punta de lanza de la tercerización en envíos que va a continuar y ampliarse con el arribo de Glovo y Rappi.


Contra la precarización laboral, los despidos, las suspensiones y el ajuste.


En defensa de las condiciones de trabajo y los salarios.


Fuera la burocracia sindical de ASiMM, para que el sindicato esté al servicio de los trabajadores, manejado por los trabajadores.



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