La situación de los trabajadores de Milei (metalúrgica) es desesperante: están resistiendo el cierre inminente de la empresa desde hace más de una semana. Cabe destacar que no es la primera vez que la fábrica cierra sus puertas: es una maniobra habitual, repetida cada poco menos de una década para, cuando merma la producción, echar al “excedente” de empleados, sin indemnización. En el último tiempo, el ataque de la patronal a los obreros se ha profundizado: les quitaron el transporte (obligatorio para la empresa por estar en zona rural), hace años que no cobran insalubridad, la empresa no paga las cargas sociales de ninguno de los empleados hace años aunque sí las descuentan del sueldo, redujeron jornada laboral a la mitad y con ella el sueldo (actualmente $3500/mes y adeudado), para “evitar despidos”; aun así se redujo la planta de 120 empleados a 30, sin indemnización por medio.

Los trabajadores han fabricado para esta empresa piletas petroleras cuyo precio ronda los 66.000 dólares, a un ritmo de cinco por semana, vendidas a pulpos como Halliburton y también YPF; mientras que para sostener esta producción  han llegado a trabajar ¡hasta 16hs de corrido! -15pm a 7am-.

La patronal que vino acumulando superganancias, se deshace de trabajadores y no paga las quincenas  en nombre de “la crisis”..

Reclamando lo adeudado y contra los despidos, los obreros se han movilizado al Ministerio de trabajo. Reproducimos una entrevista que hicimos al delegado junto a otro obrero de la fábrica:

Corresponsal: ¿En qué consiste el conflicto?

Delegado: Mirá, hace dos meses y pico estamos con reducción horaria. Ilegal, estuvimos suspendidos ilegalmente. Y ahora tenemos problemas con el cobro, vienen pagando a cuentagotas. Hoy tendría que aparecer la quincena con el retroactivo, el dueño ya nos dijo que “no va a aparecer”. Nos cortaron la obra social, nos hace las retenciones a nosotros pero no las aporta. Se queda con los embargos por alimento, embargo a diferentes negocios (Pardo, Naldo Lombardi). El dueño dice que tiene la obligación de hacer la retención como empresa, como nosotros le dijimos que él tiene también la obligación de aportarlos, cosa que no hace. Los perjudicados somos nosotros.

C: ¿Del ministerio de trabajo qué respuesta recibieron?

D: Ninguna. Están hechas las denuncias, pero calculamos que tendrían que venir a hacer alguna inspección o algo. No es la primera vez que pasa algo como esto, han venido antes; pero en este conflicto, hasta ahora, no vinieron y no nos dicen nada. Nos explican que lo único que pueden hacer ellos es multarlos, que no hay otra cosa. Que hagamos todos los reclamos que sean, pero que más de ahí no pasa.

C:  ¿La empresa está siendo vaciada? ¿Tienen conocimiento de ello?

D: De a poquito se va vaciando, sí. Ahora están vendiendo los grupos electrógenos y un par de cosas más, una grúa… de a poquito van vendiendo. Y lo poquito que habíamos producido también está saliendo, lo que está terminando va saliendo y no va entrando nada.

C: ¿Cómo sigue esto?

D: Lo único que queremos nosotros es que nos paguen en fecha, las 8hs otra vez y la obra social; como para entrar y trabajar. Queremos que siga habiendo trabajo.

Chapu: No tenemos seguro, no tenemos elementos de seguridad hace ya un año. Los compañeros tienen toda la mano rota y trabajan igual, pero no nos pagan ni los guantes. Hemos puesto todo, hemos producido para la empresa durante tiempo y siempre cortan por nosotros, por la parte de producción. Pedimos para el gremio que nos paguen el mes de la cuota sindical para que nos den la obra social ahora, ni siquiera la deuda de tantos años, que son 5 o 6 millones de pesos, después se irá a reclamar legalmente eso; hace como 8 o 9 años que no se paga.

En cada localidad esta situación se repica. A las suspensiones y despidos, a la falta de pago, los obreros responden luchando.

Mientras, Caló de la UOM firma una paritaria en cuotas y a la baja. Pasillea en el Congreso, asiste al Consejo del salario, aisla cada conflicto dejándolo librado a su suerte.

A cambio recibe, como el resto de los dirigentes de todas las CGT, los fondos de las obras sociales.

Es hora del paro general.