Sindicales
9/3/2000|657
Persecuciones en Belén
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Desde principios de año la ciudad de Belén, en el oeste catamarqueño ha ido señalando la tónica de un enfrentamiento a fondo con las instituciones del Estado, a partir de una progresiva e interminable degradación de las condiciones de vida de la población.
Mediante tres cortes de ruta sucesivos en el lapso de menos de un mes, los belichos reclamaron por la destrucción del pueblo provocada por los móviles de la empresa que explota el yacimiento minero de Bajo La Alumbrera; por la falta de agua potable -a pesar de una vieja promesa de construcción de un acueducto de 10 km de largo-; y por falta de energía eléctrica, que debiera proveer la empresa privatizada, de propiedad de un tal Taselli, que se apropió de empresas en distintas provincias. Para solucionar este aspecto (Belén ya llevaba 10 días sin luz), el gobierno decidió subsidiar el alquiler de dos motores cuyo costo es de 10.000 pesos semanales cada uno. Esto contrasta vivamente con la reducción de los sueldos de los empleados públicos, que oscila en el 20% y comenzó con los sueldos de enero. Otra medida fue la conformación de una comisión entre el gobierno, la federación económica de Belén, las fuerzas vivas y “La Voz del Pueblo”.
Al calor de la lucha se formó esta agrupación combativa de vecinos llamada “La Voz del Pueblo”, cuyos principales activistas son convocados por la justicia y la policía, como un método para hacer retroceder su pliego de reivindicaciones. El diputado nacional Pemasetti, presidente del bloque aliancista y oriundo de Belén, se comprometió a discutir algunas alternativas con “La Voz del Pueblo”, pero viene postergándolo especulando seguramente con que la represión le aligere la tarea.
Pero esta organización vecinal, donde militan algunos candidatos del PO, del Frepaso y de otras organizaciones políticas, está planteando convertir la concurrencia a las requisitorias policiales en hechos políticos. Así se organiza la lucha en esta nueva etapa, caracterizada por la existencia de Comisiones multisectoriales que no se reúnen y discusiones que no llevan a ninguna salida.
Después de todo, la deuda pública, triplicada durante el gobierno del Frente Chico, es la principal fuente de conflictos y la madre del “ajuste” y de la degradación de las condiciones de vida que sufren no sólo Belén, sino toda la provincia.
El Partido Obrero plantea:
- Re-estatización de Edecat, sin indemnización, bajo control de los trabajadores. Fin del proceso privatizador de OSCa.
- Basta de “ajuste”, que la crisis la paguen quienes la crearon. Eliminación de los descuentos a los empleados públicos. Salario equivalente a la canasta familiar. Basta de persecuciones a los luchadores. Satisfacción inmediata de los reclamos del pueblo de Belén.
- Reducción de las dietas de los funcionarios al costo de la canasta familiar, eliminación de los “premios” a los verdugos.
- Basta de despidos encubiertos por cierre de cargos en la docencia y por causas políticas.
- Que un congreso provincial de trabajadores establezca un plan de lucha y declare el paro activo provincial, por estos y todos los reclamos de la población trabajadora.