Un centenar de infantes desalojaron a sangre y fuego a los trabajadores ocupantes del Soip que luchan por la registracion laboral (trabajar en blanco, bajo el convenio del '75) para restituir el local gremial a la camarilla burocrática encabezada por Verón-Salas, abiertamente repudiada por trabajadores en blanco y en negro.

Los trabajadores, a pesar de haber sido desalojados del sindicato, siguieron con la ocupación de la delegación del Ministerio de Trabajo local, que fue levantada con el compromiso escrito del ministro de Trabajo de la Nación de recibirlos en Buenos Aires.

El martes pasado se realizó la reunión. En ella, estuvieron presentes todos los máximos funcionarios del gobierno Kirchnner responsables de la actividad. Su apuesta al desgaste y la represión había fracasado en aplastar la lucha; por eso debían sentarse a negociar con los trabajadores.

Este proceso de lucha, aislado cuidadosamente por la CGT y que superó las maniobras divisionistas y paralelistas de la CTA, había logrado algo muy pocas veces visto en un movimiento autoconvocado: sentar ante sí a el subsecretario de Pesca, al viceministro provincial de Trabajo, a los responsables del Inaes, del Senasa, de la DGI, a concejales de Mar del Plata, al ministro Tomada. Tanto o más notable: les impuso "ocuparse", quizá por primera vez, de los trabajadores en negro del pescado. A tal punto que Tomada reconoció que "estaba metiéndose en un lío".

Es que la persistencia de 8.000 obreros en negro en semejante industria y el nivel de fraude laboral son tan groseros que ya es intolerable. Lo peor para el gobierno K es que la lucha ha puesto en evidencia su complicidad.

Los compañeros y compañeras expusieron y argumentaron impecablemente acerca de la razón que les asiste y explicaron cada uno de los ocho puntos que levantan. Arrinconaron al ministro cuando agitó el fantasma de "miles de despidos, si se le impone a los empresarios el blanqueo con el CC 161/75". Los compañeros le plantearon "que se les saquen los permisos de pesca". La perspectiva de un abandono de semejante negocio no está en los planes de la "burguesía nacional" que explota la pesca marplatense.

El ministro, tratando de "ganarse" a su auditorio, debió reconocer que debe buscarse un camino para salir del sistema trucho y debió firmar en un acta que "buscará un mecanismo para la registración (…) limitará los abusos". Fuera del acta, señaló que "gestionará ante otros ministerios una contención social".

Esta audiencia, que ha sido muy trascendente a nivel de los medios nacionales, parece ser un punto de inflexión. La lucha enfrenta ahora nuevos desafíos.

Nosotros vamos a un masivo empadronamiento por el pago de la garantía horaria, por la inmediata restitución de los despedidos, en el camino de la recuperación de la efectividad bajo el "viejo" CC 161/75. En la próxima audiencia en Buenos Aires, el 13 de diciembre, debemos arrancar un compromiso con fecha próxima para el cobro de dicha garantía horaria para todos a su valor actual, unos 1.300 pesos. Vamos por el sustento para los compañeros y sus familias.

Para arrancarlo organicemos una masiva movilización a Buenos Aires y otro aguante simultáneo en Mar del Plata.

Tomada y compañía tienen la palabra.