Sindicales

22/7/2022

Petroleros de Neuquén, Río Negro y La Pampa con paritaria a la baja

La burocracia y las patronales celebran el acuerdo.

Sindicato petrolero.

La burocracia del gremio petrolero de neuquén, Río Negro y La Pampa ha anunciado, este miércoles 20 de julio, que ha conseguido un aumento del 58% desde el 1º de julio y hasta el 31 de marzo de 2023 (nueve meses), que sumado al proclamado 21% del primer trimestre de la paritaria (abril, mayo y junio de 2022), rondaría el 80% en la paritaria anual. Pero, no es así.

Así como el 21% del primer trimestre de la paritaria 2022-2023 no fue del 21%, sino que se trató de una suma fija no remunerativa no acumulativa que pasa a ser remunerativa al vencimiento de ese trimestre, los nuevos porcentajes anunciados del 20% para el trimestre julio-agosto-setiembre, y del 18,5% para los otros dos trimestres que siguen son también sumas fijas no remunerativas ni acumulables.

Esto implica una pérdida del poder adquisitivo por dos mecanismos. Uno porque al no ser acumulativas no siguen la evolución de la inflación que sí es acumulativa. Y el otro porque se pagan a trimestre vencido con una inflación en alza que ronda el 20% trimestral, es decir que cuando se cobra el aumento ya está alrededor de un 20% depreciado.

Pero, además, el acuerdo baja la suma fija al 18,5% trimestral para la segunda parte del año y el primer trimestre del año que viene, cuando la flecha de la inflación indica que los porcentajes del IPC van en aumento, no en decrecimiento. Y por tratarse de montos extraordinarios no acumulativos (sumas fijas, una adaptación al reclamo del FMI y el gobierno para las paritarias), se calculan sobre un mes base (en este caso sería junio 2022), con lo cual el porcentaje real es mucho menor.

Las patronales descorchan champagne con estos acuerdos a la baja. Porque en el marco de una mayor productividad laboral y mayor volumen de producción, encima no tributan las contribuciones patronales por tratarse de sumas no remunerativas. Lo que se dice, un gran “ahorro de costos laborales”. Sólo el factor de contención de un sindicato regimentado permite que la burocracia imponga estos acuerdos

La ingeniería salarial de la patronal y la burocracia

Con una inflación del IPC que apunta a superar el 80%, con estos acuerdos a la baja los obreros petroleros perderán poder adquisitivo nuevamente. Ni hablar si medimos su salario en dólares, que es la moneda de ingreso sobre las cuales facturan las patronales.

Tal ingeniería consiste en una campaña mediática de patronales y burocracias, elogiando el acuerdo como una “recuperación de poder adquisitivo”, cuando es lo contrario.

Para ello la redacción del acuerdo es suficientemente rebuscado y se presenta, por ejemplo, considerando en parte de la paritaria actual (2022-2023) el porcentaje del primer trimestre de este año, que corresponde a la paritaria pasada.

Ese porcentaje del primer trimestre de este año, para las patronales y burocracias, suma para la paritaria anterior y para la actual al mismo tiempo, engordando ficticiamente lo realmente acordado en la presente paritaria.

A tal punto que el salario de una parte considerable de las y los petroleros está por debajo del monto fijado para solicitar la continuidad del subsidio en las tarifas de gas y electricidad. Resulta una ironía (aunque es la lógica capitalista) que quienes producen el hidrocarburo que genera esos servicios queden en la franja de quienes pueden solicitar el subsidio para poder pagarlos.

Las burocracias no tienen mandato de verdaderas asambleas para sostener el esquema de sumas fijas no remunerativas, no acumulativas en las paritarias. Por asambleas de base en cada lugar de trabajo que voten un pliego salarial de recuperación salarial y de puestos de trabajo.