San Jerónimo. El verano en Santa Fe es difícil de llevar. Más de 50º de sensación térmica, aire caliente, mucha humedad y la frutilla del postre: los mosquitos. Como todos los años, los barrios periféricos y más populosos de Santa Fe son desabastecidos de agua y luz. La privatización de los servicios públicos ha vaciado a las empresas y las obras jamás se han efectuado. Al escándalo de Aguas Provinciales se le suma también el de la EPE. El 10 de enero fue uno de esos días en que no se puede vivir.

 

Desde las 5 de la mañana, el Fonavi San Jerónimo tenía cortada la luz; el día anterior había faltado el agua y la luz se cortaba de a ratos.

 

Llegando a la tardecita, un grupo de vecinos nos autoconvocamos en la plaza central. Allí realizamos una asamblea y decidimos cortar el Puente Carretero. A pesar de las promesas se especulaba que la luz no volvería hasta el 11 al mediodía: la radio ya lo anticipaba. Volvimos a recorrer las manzanas anunciando que nos íbamos a la ruta; al llegar veíamos cómo se sumaban los vecinos, ya éramos más de 300.

 

Estuvimos hasta que la luz volvió, cerca ya de las 22 horas. Fue una victoria aplastante y la enseñanza fue general. Corte de ruta y asamblea.

 

Al día siguiente la empresa, por primera vez en su historia, llegó con un generador especial de energía, lo que hace doble la victoria.

 

Esta experiencia nos debe servir ahora para continuar organizándonos por los reclamos del barrio.