Sindicales

20/11/2003|826

Piquetazo docente en Malvinas Argentinas

Más de mil personas, en su abrumadora mayoría docentes, junto a padres, alumnos, centros de estudiantes, organizaciones piqueteras (el Polo Obrero, Mtl, Barrios de Pie, Mst, Ftc y un sector de la Ccc) y representaciones sindicales combativas (comisión interna del Hospital Mercante), protagonizaron una movilización histórica en el municipio del patotero Jesús Cariglino contra la municipalización de las escuelas que pretende aplicar Solá en la provincia de Buenos Aires.


La marcha se fue engrosando con columnas que ocuparon el centro político del distrito llegadas desde todos los puntos cardinales, y que cambiaron por completo la fisonomía de la localidad de Polvorines, tradicionalmente dominada por las patotas de Cariglino que, junto a la “bonaerense”, muelen a palos a cuanto manifestante pretenda cuestionar a Jesús. Decenas de banderas, guadapolvos blancos y consignas contra la destrucción de la escuela y contra el municipio convirtieron al primer viernes de noviembre en una importante jornada de lucha, pero también en un día de alegría para todos los trabajadores presentes.


La movilización fue un duro golpe a la política de municipalización de Solá, porque el distrito del patotero Cariglino (junto a Tandil) es el centro de un plan piloto para su implementación. La afluencia masiva de docentes de los tres distritos de General Sarmiento (Malvinas, José C. Paz, San Miguel), con escuelas que participaron masivamente, muestra que los maestros entendieron muy bien la convocatoria del Suteba y que el gobierno ha desatado a la fuerza que va a enterrar el plan de “segunda generación de reformas” de Solá.


Igualmente, la masiva participación del movimiento piquetero (aplaudido a rabiar por los docentes cuando se desconcentraron sus columnas) y de los padres demuestra que los docentes no están solos, y que también en la lucha educativa se comienza a forjar un frente de lucha del pueblo contra los gobiernos de Kirchner-Solá.


La marcha copó las puertas de la Intendencia, en donde no se quiso recibir a los manifestantes. Una barrera de patoteros y de policías pretendió que el camión con sonido de los docentes no pasara. Hubo golpes y aprietes, pero la cana y la patota tuvieron que retroceder.


En el acto, que se realizó durante casi dos horas en las narices de Jesús, ocurrió otro hecho importante: la presencia de los Suteba opositores de Lomas de Zamora y de General Rodríguez, que anunciaron un plan de acción contra la municipalización igual que el que reflejaba la movilización del Suteba Sarmiento. El hecho contrasta palmariamente con la actitud de la burocracia de Yasky (Suteba) y de Martín (Feb), quienes sólo dos días antes, en el “histórico” congreso de unidad que se realizó en La Plata, se negaron no sólo a participar de esta marcha sino siquiera a pronunciarse públicamente a favor.


Las palabras y los hechos de la burocracia dejan en claro que de ella saldrá el personal dispuesto a colaborar con el gobierno para aplicar la municipalización de la escuela pública (paso previo a su privatización) y para destruir el estatuto docente y las condiciones laborales de los trabajadores de la educación.


La marcha fue, además, un enorme aliciente para profundizar la lucha y para llevar la acción común de los maestros, de los piqueteros, de los padres y de los estudiantes en defensa de la escuelas y de las reivindicaciones de todo el pueblo -en primer lugar la lucha por trabajo genuino para todos los padres desocupados de nuestros chicos- a todas las escuelas, a todos los barrios, a todos los comedores populares.


No por nada una de las consignas más gritadas (en la cara de la patota) fue: “Unidad de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode”.