El fin de semana pasado en el Sector Galpón B de la empresa multinacional de neumáticos Pirelli se quiso imponer una modificación en el método de trabajo que disgustó a los trabajadores. La respuesta obrera fue pronta: se paró la línea. Ante el parate, la patronal replicó con informes a varios compañeros y la amenaza de suspensiones.

El Sector Galpón B corresponde a una de las últimas instancias en el proceso de producción de cubiertas. De hecho, la cubierta ya llega terminada por una cinta transportadora y el trabajador la saca y coloca en los “bancales” (“racks” en otras fábricas). Los bancales están posicionados sobre una base denominada “calesitas” que permiten al trabajador llenarlo de un lado, girarlo y llenarlo del otro lado, evitando la sobre exigencia del obrero. Además, en el bancal las cubiertas van paradas.

El problema radica en que Pirelli está sobre stockeando cubiertas en los bancales, entonces estos están parados con miles de cubiertas estacionadas. El conflicto de este fin de semana consistió en que la patronal, al quedarse sin bancales suficientes, obligó a los trabajadores del sector a cargar las cubiertas en “Galias”. Los Galias son una estructura similar al bancal pero más ancho, donde entran más cubiertas, van acostadas (esto es perjudicial para la salud del trabajador, ya que implica más esfuerzo) y viene desarmado (lo tiene que armar el operario). Además, no se colocaron sobre las bases “calesitas”. En suma, una modificación del método de trabajo que quisieron imponer por la fuerza, pero que fue rechazada por los trabajadores, los delegados y la seccional del sindicato. El cambio correspondía a la necesidad patronal de aumentar la producción en menos tiempo sin invertir en la compra de bancales ni calesitas, perjudicando la salud del trabajador.

El domingo los trabajadores se negaron a ejercer tareas. La línea estuvo parada. Ante los informes y la amenaza de hacer efectivas las suspensiones, los delegados y la Seccional Merlo del Sutna actuaron rápidamente: el día lunes se paró el sector. La patronal retrocedió: instalaron las calesitas para el trabajo con los Galias, se levantaron todos los informes y quedaron sin efecto las suspensiones. Una demostración cabal de la potencia que tiene la clase trabajadora cuando se le planta a la patronal.

 Una segunda batalla se viene en el Sector de Vulcanizado. La patronal anunció la disminución de vulcanizadores. Esto conlleva el aumento de la producción con menos trabajadores. Es mayor esfuerzo para el obrero y más riesgo de contraer enfermedades laborales. Pirelli está intentando subir los ritmos de producción con modificaciones en los métodos de trabajo sin adecuarse a las normas de seguridad e higiene. El mismísimo Ministerio de Trabajo, en un reciente informe post inspección, constató contaminación ambiental en el Sector Banbury “en niveles superiores a lo permisible” y en este sector, Vulcanizado, llamó a “ampliar las salas de descanso y recuperación” por las largas distancias que tienen que recorrer los trabajadores entre líneas de producción.

Fue una importante reacción de lucha de los trabajadores del Sector Galpón B. Ahora, Vulcanizado deberá enfrentar la ofensiva patronal. Luchando desde el más recóndito sector hasta las reivindicaciones más generales de los obreros de toda la fábrica, se forja la unidad y se potencia la fuerza de la clase obrera organizada. El Sutna es protagonista en esa tarea.

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