Sindicales

19/9/2001|722

Planteamiento de la Lista Naranja de Conadu

La movilización universitaria protagonizada por el movimiento estudiantil y docente recorre el país. En las calles de Córdoba, en los cortes del Comahue, en las manifestaciones de Rosario, en Tucumán, en Salta, en La Plata con la explosión de docentes y estatales, en la Capital, copando la Plaza de Mayo con docentes y piqueteros, en las clases públicas en decenas de universidades nacionales en todas las provincias… El alcance de estas intervenciones en el último mes fue sin duda multitudinario.


El ajuste, sin embargo, sigue ahí. No sólo eso: estamos a las puertas de un futuro cercano en el cual la escala de la crisis por venir opacará todo lo conocido, incluyendo la mutilación lisa y llana de partes enteras del cuerpo de la educación pública.


Por lo tanto, hay que redoblar la apuesta, unificar los movimientos dispersos, darles un alcance general y de conjunto. Por ello fueron a la huelga general los maestros bonaerenses y por eso fue generalizada la protesta ante el levantamiento burocrático del paro.


En la Conaduh comenzamos con el paro general del no inicio del cuatrimestre; pasamos a los paros progresivos; luego a los rotativos. ¿Cuál es, entonces, la perspectiva de nuestro movimiento?


Pensamos que este curso debe ser revertido. Que, en lugar de un “degradé” de medidas de fuerza necesitamos de progresividad, con toda la disposición de fuerzas para derrotar al ajuste.


No sólo se trata de adherir a los piqueteros sino de tomar su ejemplo: formar piquetes, ocupar nuestro territorio, organizar congresos masivos, convocar al movimiento estudiantil y popular, a nuestros sindicatos hermanos y sus organizaciones de base. ¿De qué otra manera es posible ir a fondo contra este ajuste?


Si la Conadu no adopta este planteo *y se ha resistido a hacerlo* la consecuencia es que, desde arriba hacia abajo *no al revés*, se instaura progresivamente el “no se puede” y la desmoralización. Hay que ser claros: organizar la huelga general, con una proclama nacional, tomando todas las medidas necesarias, llamando a asambleas en cada facultad y cada universidad, a un Congreso extraordinario sobre esta base, amplio y masivo, con criterios que respondan a los requerimientos de la lucha y no puramente administrativos. Concretemos la formación de un Comité de Huelga nacional y en cada universidad.


La prueba del budín es comerlo, dicen los ingleses. Probemos nosotros con todos los medios a nuestro alcance para acabar con esta política miserable de un gobierno que registra el más profundo y extendido descrédito popular.


Esta es la convocatoria que hacemos desde la Lista Naranja a los compañeros docentes universitarios de todo el país.