Sindicales

10/4/2025

Plásticos: Murúa firma una paritaria miserable y carnerea el paro nacional

Alberto Murúa, dirigente del sindicato del plástico

El secretario general del Sindicato Plástico, Alberto Murúa, acordó con la Cámara Argentina de la Industria Plástica una nueva escala salarial, que sigue dejando a los trabajadores plásticos bajo la línea de la pobreza. De yapa, la conducción del gremio carnereó el paro nacional del 10 de abril. 

Analicemos un poco los números de la paritaria. El acuerdo es un aumento de 5,06% repartidos en cuatro meses, de abril a julio, más una suma fija no remunerativa de 50 mil pesos en dos veces, los primeros 25 mil en abril y la mitad restante en junio.

Los salarios de bolsillo serían los siguientes: la categoría más baja, la de operario, pasaría de 697 mil pesos en abril a 706 mil en julio; y la categoría más alta, la de oficial especializado con 176 horas mensuales, pasaría de 967 mil en abril a 990 mil en julio. Quiere decir que el salario que cobraremos los obreros plásticos en mayo, por lo trabajado en abril, ni siquiera alcanzará la línea de pobreza de febrero. Sucede que, en febrero de este año, una familia necesitó 1.057.923 pesos para no ser pobre en Argentina, según el INDEC, mientras que la canasta familiar según la Junta Interna de ATE Indec se ubicó en 1.649.499 pesos. 

Ante este panorama desalentador, resulta evidente el rol pro-patronal del millonario dirigente Murúa. El secretario general de nuestro gremio se muestra “sordo, ciego y mudo” ante la avanzada de los empresarios, que despiden, suspenden e imponen de hecho la reforma laboral en las fábricas. Murúa tampoco se levanta de su cómodo sillón ante los ataques del gobierno de Milei, que impulsa una política económica incompatible con los derechos e intereses de los trabajadores y el pueblo. No lo conmovió el ataque a los jubilados, no fue parte ni de los paros ni de las marchas de la CGT.

Murúa, cómplice de todos los gobiernos y las patronales, no representa los intereses de los trabajadores plásticos. Cada vez es más clara y evidente la necesidad de poner en pie una agrupación clasista de los obreros plásticos, para echar a estos burócratas entreguistas y que el sindicato efectivamente sea de los trabajadores y defienda nuestros intereses.