Sindicales
7/12/2017|1485
Polo Obrero: tras el acampe, continúa el plan de lucha
Seguir
El Polo Obrero concretó, desde el pasado lunes 4, un acampe nacional piquetero en todo el país, que en Ciudad de Buenos Aires se extendió por 18 horas, para reclamarle al gobierno trabajo genuino para la juventud de los barrios más pobres del país, aumento en el conjunto de los programas sociales -que son de 4.400 pesos y han sido pulverizados por una inflación de alrededor del 25%- y, ante la ausencia de trabajo, la apertura de los programas para los desocupados.
Miles de trabajadores de los programas Argentina Trabaja reforzamos nuestra movilización ante la cerrada negativa del gobierno a atender estas demandas. El acampe piquetero se transformó con el correr de las horas en un verdadero hecho político, reuniendo a más de 10 mil compañeros en acciones de lucha en 14 puntos de la Argentina, desde Salta hasta Tierra del Fuego, y logró repercusión en casi todos los medios radiales y televisivos.
El acampe piquetero rompió el pacto de las organizaciones con el gobierno y sacó a la luz dos cuestiones fundamentales: por un lado, un aumento del hambre y la miseria, agravado por los tarifazos y una inflación galopante y, por el otro, las importantes reservas de lucha por parte de los compañeros en los distintos barrios, que no están dispuestos a dejar pasar los planes de guerra de Macri contra el pueblo. Esta afirmación es la base para darle continuidad al plan de lucha.
En la jornada central en la Avenida 9 de Julio se realizó durante las primeras horas del acampe un acto de la Coordinadora Sindical Clasista, donde tomaron la palabra Horacio Acosta, despedido de la Línea 503; Julián Asiner, presidente de la Fuba; Miguel Bravetti, gráfico de Interpack; María Tango, del Polo Obrero; Diego Eibuszyc, de la agrupación Naranja de Telefónicos; un referente de trabajadores bancarios; Guillermo Kane, legislador bonaerense por el FIT, y Néstor Pitrola, dirigente nacional del Partido Obrero. Los oradores reivindicaron la unidad de los ocupados y los desocupados para derrotar la reforma laboral y la reforma previsional, fuertes ataques contra los trabajadores. Se convocó a movilizar fuertemente con estas consignas el 6 de diciembre, de Congreso a Plaza de Mayo.
Finalmente, y luego de largas 18 horas de acampe, el gobierno evitó dar la cara para no responder los reclamos. Es por eso que votamos en asamblea continuar las medidas de lucha y volver con un nuevo acampe en la semana de Navidad, esta vez por 72 horas.
El llamado ‘triunvirato piquetero' continúa en la tregua con el gobierno, no organiza a los desocupados y precarizados por nuestros reclamos y se limita a pedir la receta del Vaticano para paliar la pobreza: “emergencia alimentaria”. Continúan por el camino de la “emergencia social”, que supone más precarización y que ya ha demostrado no ser un factor de reducción de la miseria.
Llamamos a romper con esta política de compromiso con el ajuste y a ganar las calles por trabajo genuino y pase a planta, aumento de los ingresos al nivel del salario mínimo vital y móvil, bono de fin de año y apertura de los programas.