Como una política de organización barrial, los comedores del Polo Obrero fueron un paso para construir una herramienta propia de su clase; es así como se trasformaron en las asambleas del barrio y en centros políticos.

En el caso del Polo neuquino le ha tocado la gran tarea de defender una de las conquistas más importante de los trabajadores de la región, la gestión obrera de Fasinpat (ex Zanón).

Estando siempre en cada una de las convocatorias, ante cada riesgo de desalojo, en cada una de las marchas, peleando por la expropiación definitiva de la fábrica. Por la unidad de los desocupados y ocupados, entendiendo a todos como un sola clase. La clase obrera.

Desde el comienzo colaborando, dentro de nuestras posibilidades, con el fondo de huelga, pasando por los cursos de la universidad, juntando alimentos en los barrios, etc.

La gestión obrera incorporó compañeros del Polo a la fábrica. Hoy, esa solidaridad se manifiesta en los aportes ingresados en forma permanente a la campaña financiera del Polo Obrero para sus comedores.

Los compañeros del Polo hemos iniciado la campaña dentro de la fábrica y hemos obtenido una importante respuesta; sobre un total de 80 compañeros contactados, 73 ya están aportando y han comprometido su aporte en forma permanente. Nos falta aún contactar a más del 75 por ciento de la fábrica (somos unos 470 en total).

La colaboración de los compañeros contribuye a sostener los cuatro comedores que tenemos en la capital, creando las condiciones para la apertura de dos más en otros barrios. A los comedores de Villa Ceferino, Islas Malvinas, San Lorenzo e Independencia, se sumarán la toma La Familia y Valentina Sur. Vamos por más: fortalecer esta unidad por una respuesta a todos nuestros reclamos y fundamentalmente por la expropiación definitiva de la fábrica.