Sindicales

12/3/2021

Poner de pie la lucha por el salario y por las condiciones de trabajo en las universidades

El sábado 6 de marzo se realizó el Plenario Nacional de la Agrupación Naranja de Docentes e Investigadores Universitarios que contó con la presencia de 120 docentes e investigadores universitarios y preuniversitarios y representaciones de once universidades de todo el país. Con el objetivo de impulsar el debate para poner en pie un movimiento de lucha en defensa del salario, las condiciones de trabajo y la universidad pública, el plenario discutió la situación de la docencia pre y universitaria, la de la ciencia y la técnica de todo el país en el marco de un ajuste colosal contra la educación, de derrumbe salarial y, por si esto fuera poco, en pleno desarrollo de la pandemia por Covid-19. Frente a ese cuadro el encuentro se manifestó por la necesidad de un plan de lucha nacional y de asambleas y congresos de base de toda la docencia a nivel nacional.

El plenario abrió con la presencia de Romina del Plá, Secretaría General del Suteba Matanza y docente universitaria, y se desarrolló con la presidencia honoraria del compañero Raúl Stevani, recientemente fallecido, en merecido homenaje a toda una trayectoria de lucha como dirigente del Partido Obrero de La Plata y de la Naranja Universitaria.

El desplome salarial, el fracaso de la virtualización forzada y la presencialidad sin recursos en el marco de la crisis

En su intervención, Romina del Plá enmarcó la situación de la docencia universitaria en el cuadro general del país, “con un gobierno como el de los Fernández que se presentó como la posibilidad de encauzar la crisis económica y de una hipotética reactivación de la economía y que ha entrado en un cuadro de fracaso lisa y llanamente”. Del Plá precisó que la pandemia fue la excusa usada por la clase capitalista para imponer un escenario de precarización y de ataque al salario y a los derechos laborales ya presentes en el proyecto de Pacto Social propuesto por el gobierno como modo de administrar la crisis económica. Este logro de la clase capitalista contó con la invalorable ayuda de las burocracias sindicales. En el caso de la docencia universitaria, y por poner un solo ejemplo, la virtualización forzada y sin recursos, además de dejar estudiantes fuera del sistema y de constituir un gran negocio para las empresas de telecomunicaciones, ha significado un aumento enorme del trabajo diario de las y los docentes y un gasto significativo, dado que los recursos técnicos y de conexión los ponen los trabajadores. Finalmente, sostuvo que: “El cuadro de la situación económica pivotea hoy entre la tendencia a una megadevaluación o intentar mantener esta pax cambiaria a través de la emisión y de la colocación de bonos que más adelante presionarán por subir el precio del dólar”. Este escenario obliga a los trabajadores a organizarse y luchar y “plenarios como este son muy importantes para ello”.

Ileana Celotto, Secretaria General de la AGD UBA, instó a hacer un balance del año para remarcar cómo los salarios vienen perdiendo con la inflación desde hace mucho tiempo y cómo las condiciones de trabajo de la docencia universitaria ya precarizadas y flexibilizadas han sufrido un ataque mayor con la virtualización por la presión que ha significado en cuanto al aumento de carga horaria, a las aulas virtuales desbordadas de estudiantes y al sostenimiento material del vínculo virtual por parte de los docentes. Pero sin dudas lo más grave, resaltó Celotto, fue el desconocimiento de la cláusula gatillo por parte del gobierno de Alberto Fernández, que con la lucha se le había arrancado al de Mauricio Macri y que “sienta un antecedente muy grave dado que inauguró un hecho tremendo que es que se firma algo que luego un gobierno puede desconocer”. El balance continuó con la crítica a la infame acta del 7% de aumento. Celotto, finalmente, sostuvo que semejante cuadro merecía un plan de lucha fuerte que no fue posible lograr por la subordinación de las federaciones del sindicalismo universitario al gobierno: las burocráticas, como las de Fedun y Conadu, que avalaron con su firma las políticas de ajuste y sumaron a la desorganización constante de la lucha, y la Conadu Histórica que, por su parte, si bien no avaló las actas del ajuste con su firma, tampoco se puso al frente de un plan de lucha por la cercanía política de su dirección con el Frente de Todos.

Antonio Rosselló destacó la importancia de organizar una gran campaña salarial al remarcar dos hechos íntimamente ligados. El primero es que “el Banco Central acaba de publicar sus estimaciones de inflación para este 2021 y son del 48,1 %” y el segundo es que “en el día de ayer la Mesa Ejecutiva de la Conadu publicó su reclamo salarial: el 35%. O sea, la Conadu se pone al frente del ajuste contra la docencia universitaria”. Eso marca que la docencia universitaria debe reclamar que “no haya ningún trabajador docente bajo la línea de pobreza que va a estar a partir de este mes en alrededor de 60 mil pesos. Es por eso que lo que se debe reclamar es un programa completo de recomposición salarial que debe comenzar por el llamado a la paritaria nacional de la docencia universitaria. Que dicha paritaria dure entre el 1 de marzo y hasta el 28 de febrero. Que no se debe perder contra la inflación (la pérdida en el gobierno de Alberto Fernández fue del 21% y si se toma al gobierno de Macri la pérdida suma el 34%). Además, que se paguen las sumas del Fonid y que se reconozcan los gastos generados por la educación virtual con un monto mensual y la provisión de equipamiento por parte del estado. Además, debe plantearse la defensa irrestricta del Convenio Colectivo y reclamar la renta de los docentes ad honorem y el pase a planta de contratados y monotributistas. La abolición del impuesto al salario y el programa histórico de nuestra agrupación: que el cargo testigo sea la media canasta familiar”.

Patricio Grande, Secretario Adjunto de ADUNLu, subrayó la necesidad de fortalecer la lucha y remarcó el papel de la agrupación en la organización del Encuentro Nacional de la docencia universitaria combativa en plena pandemia y, en consonancia con varias intervenciones, llamó a organizar un segundo encuentro. Raúl Mira, docente de Tucumán, manifestó la importancia de organizar la lucha que enfrente la presión de una vuelta a clases sin condiciones sanitarias destacando que es “en definitiva una lucha por la vida”.

Por su parte el compañero Guillermo Casas, Coordinador de la Agrupación Naranja en la UNLP y docente en la Facultad de Ingeniería, denunció a la dirección burocrática de la Conadu, dirigida por Carlos de Feo, que “no dudó en realizar un fraude en el congreso extraordinario en el cual esa federación aprobó la nefasta acta del 7% el año pasado”. En el mismo sentido, advirtió que para este año la Conadu  está encaminada a armar el ajuste dado que su Mesa Ejecutiva ya ha solicitado el 35% de aumento, dijo que: “esa decisión no fue consultada con nadie”, ni en asambleas (que ya llevan más de 6 meses sin convocarse) ni en congreso alguno. Remarcó que esa decisión “fue tomada entre cuatro paredes a espaldas de las docencia de todo el país”.

Juan Balusi, docente de la UNC y de la UNVM y miembro del Movimiento de Autoconvocados remarcó “la necesidad de recuperar todos los sindicatos, incluidos aquellos que están en la Fedun”, que dirige Daniel Ricci. Ese es el caso del sindicato de la UNVM. “Como todos sabemos Ricci firma cualquier acta que le pongan enfrente sin consulta alguna a las bases” -sostuvo Balusi,- y es por eso que “el Movimiento de Autoconvocados se propone organizar a la docencia de Villa María para recuperar los sindicatos para los trabajadores y ponerlos a su servicio”.

Santiago Gándara, en el cierre, sostuvo que las campañas que se deben llevar adelante son la salarial, en primer lugar, pero también aquellas que puedan organizar una respuesta frente a la imposición tanto de la virtualización forzada sin recursos como de la presencialidad sin condiciones. Gándara insistió en que la lucha por el salario llevará a la docencia a enfrentar “la estafa de las burocracias que van a legitimar con maniobras discursivas su aval a lo que ofrezca el gobierno”. La tarea de los docentes de la agrupación será, entonces, “explicar en cada lugar de trabajo estas cuestiones y que no son más que las condiciones de trabajo de los docentes pre y universitarios, la de los becarios e investigadores”. Para finalizar, remarcó que, como demuestra todo el balance del año pasado, sin direcciones sindicales independientes de los gobiernos, de los rectores y gestiones universitarias no hay posibilidad clara de pelear por nuestras condiciones de trabajo ni salariales. Por eso, la Naranja, como agrupación clasista, convoca a dar esa pelea contra las direcciones burocráticas que hoy nos entregan.

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