Sindicales
28/10/1993|405
Pongamos todos el hombro a los compañeros de Propulsora
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La patronal de Propulsora tiene una idea fija: destruir el cuerpo de delegados, para terminar con la resistencia de sus trabajadores. Es así que Techint le inició juicio penal a dos compañeros de la interna y del cuerpo de delegados por haber apoyado la huelga que tuvo lugar hace más de un mes;les pidió el desafuero gremial y a renglón seguido, los “suspendió por tiempo indeterminado” para impedirles el ingreso a la planta.
La “obsesión” de la patronal tiene que ver, naturalmente, con su temor a una reanudación de la lucha por el aumento salarial de 200 pesos y contra los planes de superexplotación.
Los mismos temores están “movilizando” a la burocracia de la UOM. Después de haber atacado violentamente la huelga y de haber fracasado en el intento de forzar la renuncia del cuerpo de delegados, Di Tommaso se juega ahora de la mano de Techint a descabezar la fábrica.
La ofensiva patronal-burocrática ha ido muy lejos. Los 200 folios que componen la “causa” contra los compañeros represaliados —Rossi y Martínez— son no sólo una falsificación monstruosa sino también un ejemplo de las “relaciones íntimas” que unen a los capitalistas con la burocracia y la justicia. El juez interviniente ha hecho lugar al pedido de desafuero reclamado por Propulsora en un tiempo récord, basándose en las “denuncias” del propio Di Tommaso (a quien la patronal cita textualmente) de que la interna y los delegados son “anárquicos e irresponsables”. Techint no sólo está utilizando como principal testigo de cargo a la dirección de la UOM-La Plata (y al “diputado sindical” de Duhalde), sino al propio juez, el cual fue “seleccionado” por su condición de“viejo conocido” de la burocracia, un hombre que no hace mucho dictaba “cursos de capacitación” en el sindicato.
Reacción
La provocación de Techint y Di Tommaso se ha estrellado contra una “no calculada” resistencia obrera. El mismo día en que la patronal prohibió el ingreso de los delegados Rossi y Martínez, una Asamblea organizó un paro de 24 horas para exigir la reincorporación de los compañeros represaliados, el retiro de las causas judiciales y penales, y el cese de las persecuciones contra los trabajadores de Propulsora.
El paro fue unánime y combativo: más de 150 compañeros marcharon junto al cuerpo de delegados a la gerencia de “laborales” y de ahí a todos los sectores de la fábrica. Una segunda Asamblea resolvió quitar las extras y la convocatoria a una movilización al juzgado el viernes 22 —día en que los compañeros cesanteados fueron llamados a declarar por el juez. La movilización se cumplió, fue muy importante y recogió la adhesión activa de los empleados judiciales, que pararon 15 minutos en solidaridad con la lucha de Propulsora.
La provocación ha surtido un efecto contrario al que esperaban Techint y la burocracia. La defensa de los compañeros echados, y la de todo el cuerpo de delegados amenazado, ha unido a la fábrica y está reorganizando al activismo. Entre las próximas medidas del plan de acción están previstas una movilización interna para entregarle un petitorio a la patronal, una solicitada de denuncia dirigida a la opinión pública, financiada por los trabajadores, mesas y volanteos en Ensenada, otra movilización al juzgado el viernes 29 y la propuesta de un nuevo paro a considerar por la Asamblea General.
A medida que va creciendo la respuesta obrera, el desconcierto de la patronal y la burocracia es mayor. ¡¡Hay que aprovecharlo!! Llamamos a los partidos de izquierda a impulsar una movilización regional y nacional, junto a organizaciones de derechos humanos, centros de estudiantes, sindicatos combativos, comisiones internas y movimientos vecinales.