El 5 de diciembre próximo se realiza­rá el Congreso Nacional de la Federación de Trabajadores de la Sanidad (FATSA) que dirige West Ocampo. Aunque en mayo pasado fueron electos por la mino­ría 32 delegado» congresales por el Fren­te Verde-Bordó, según West Ocampo e Ingenieri éstos asumen recién el 1″ de enero de 1997, por lo que se les impide participar del congreso nacional. El Con­greso Nacional de FATSA es ya en la actualidad una figura meramente deco­rativa, pero aun así West Ocampo quiere impedir que se escuche la voz de la oposi­ción antiburocrática.

Asis lanza una campaña pura que se reconozca a los 32 delegados de la minoría antiburocrática, para que la voz de los trabadores pueda expresarse en el con­greso nacional de la FATSA.

la Asamblea burocrática y su objetivo de hacer aprobar la Memoria y Balance a libro cerrado. “Que se convoque a una masiva Asamblea General. Para re­clamar paritarias, aumento de sala­rios y recuperación de conquistas”, decía el texto. Otros sectores, en cambio (Mst), se comieron el anzuelo de ‘la lu­cha contra la flexibilización9 y plan­tearon que “los dirigentes deben cum­plir lo que dijo West Ocampo en nom­bre de la CGT, ‘no vamos a sentamos a negociar con el gobierno9…”, y hasta planteaban que “para que la pelea ten­ga más fuerza, debemos trasladar a la CGT las resoluciones” que allí se adoptaran. Es decir, a los pasillos parla­mentarios.

Asis reclama que se distribuya la Me­moria y Balance en las empresas y se convoque a una nueva Asamblea General pública y masiva.