El 2 de agosto el Polo Obrero de Catamarca se movilizó a la sede de Xtrata Cooper, el pulpo que explota la mina Bajo a Alumbrera. Reclamó la creación del tercer turno a la minera que tiene una de las moliendas más importantes del continente y donde existen turnos de 12 horas.

Más de un centenar de compañeros de distintos barrios de Capital, Valle Viejo y Esquiú asistieron a la convocatoria. También estuvieron presentes militantes de la Asamblea en defensa de los recursos naturales de Catamarca y Julio Sánchez, activista de la salud, representante del gremio antiburocrático de la salud Siprosca.

A pesar de que la minera había dicho que iba a recibir a una delegación del Polo Obrero, a último momento cerraron todas las puertas y ventanas y se dieron a una huida vergonzante. En la calle se desarrolló un acto de denuncia al saqueo y la entrega de los recursos mineros.

En el acto habló David Moderbasch, un militante antiminas a cielo abierto, oriundo de California, que explicó con enorme claridad cómo los pulpos vienen por los minerales y ponen en riesgo el agua. En una charla posterior, celebró la metodología de nuestra organización por corroer el poder de estos grupos “que parecen inconmovibles”. Julio Sanchez habló de la lucha de los trabajadores de la salud y llamó a unir la pelea de ocupados y desocupados contra el estado y las empresas capitalistas mineras. También hablaron René Jaime, militante contra la instalación de antenas de telefonía celular, y Enrique Traverso, dirigente del Partido Obrero, que reclamó, como salida de fondo, la estatización de los recursos naturales bajo control obrero.

El Polo Obrero, integrante de la Asamblea en defensa de los recursos naturales, llama a poner en pie un frente por el no a la instalación de Agua Rica, una mina tres veces más grande que Alumbrera, que pone en riego el agua de todo el valle de Yocavil y que traería consecuencias gravísimas para Andalgalá, Santa María y toda la región.

En relación a Alumbrera planteamos un impuesto confiscatorio a sus enormes ganancias del 50% a partir del '97 cuando entró en producción, es imprescindible el control obrero, que será la única garantía de un cierre de mina que no dañe más de lo que ya está dañado el medio ambiente.