Sindicales

19/6/2003|805

Por la expropiación de Sasetru

La Argentina es básicamente agrícolo-ganadera; reconocida por su enorme capacidad de dar respuesta a la demanda internacional de esos productos, fue señalada durante todo un período como “el granero del mundo”. Sasetru SA fue una productora de alimentos que funcionó desde la década del ’60 a los ’80. Ocupó a 7.000 trabajadores distribuidos en 12 plantas, todas instaladas en la Ciudad de Avellaneda.


La Ciudad de Avellaneda, en el Gran Buenos Aires, está a pocos kilómetros de la Capital Federal; fue desde 1930 y hasta principios de los ‘80 una ciudad de altísima concentración industrial. Las políticas gubernamentales dictadas por el BM y el FMI, llevadas adelante privilegiando a capitales golondrinas/especulativos, convirtieran a Avellaneda en un cementerio de galpones vacíos y llevaron el desempleo del 6% al 30%. No obstante el genocidio industrial que barrió con la industria instalada en el país y abrió el mercado a los productos importados, el Polo Obrero ha detectado que muchas instalaciones cerradas y abandonadas por los empresarios contienen en su interior maquinarias y herramientas que, aunque son algo obsoletas, están en condiciones de producir.


La planta de Sasetru productora de fideos (de 10.000 m2) ubicada en la calle Madariaga entre camino General Belgrano y Venezuela, en Avellaneda, fue abandonada por la patronal hace 20 años, quebrando y estafando a sus trabajadores, a quienes nunca pagó indemnización alguna.


Siete años atrás, MoliSur (subsidiaria de Molinos Río de La Plata-PeCom) compró a la quiebra la propiedad y las maquinarias para desguazar la fábrica, evitando así un posible competidor. La maquinaria fue prolijamente embalada, y nunca fue retirada de la fábrica.


Trabajo genuino


Hay una enorme contradicción que sacude al pueblo trabajador en Argentina: en el país caracterizado como granero del mundo, el plan económico dictado por el BM y el FMI ha causado que de 36 millones de habitantes, el 65% sea indigente (1,50 dólares por día). Por el contrario, Argentina, según una investigación realizada por la Universidad Nacional, está en condiciones de producir alimentos para 380 millones de personas.


El 30 de enero del 2003 el Polo Obrero, junto a ex trabajadores de Sasetru, vecinos y desocupados, ocupamos la ex-planta industrial fideera de Sasetru en Avellaneda, cerrada desde hacía veinte años. Al llegar las 400 personas movilizadas que reclamábamos trabajo genuino y no planes sociales de 45 dólares mensuales, el jefe de Seguridad de MoliSur, nos acusó de ser responsables (con nuestra ocupación) de retrasar la puesta en marcha de la planta de fideos.


Ha quedado en evidencia que ni el gobierno ni los empresarios tienen pensado abrir fuentes de trabajo. La desocupación es la política de Estado impuesta por el establishment que opera en el país.


Durante 54 días el juez que atendía la causa penal por este caso, Eduardo Tubío, nos aconsejó que el conflicto debíamos resolverlo políticamente en la Legislatura municipal o en la provincial. Durante esos casi dos meses 150 personas trabajaron día y noche poniendo en condiciones lo que era un verdadero nido de ratas. En los siguientes sesenta días (mayo/junio), según el plan de reapertura, habríamos estado en condiciones, con 34.000 dólares de inversión, de producir con sólo una de las tres líneas montadas y dispuestas en la fábrica 50 mil kilos diarios de fideos secos, cuyo destino estaba orientado a abastecer comedores escolares y populares. Las tres líneas en funcionamiento ocuparían 300 trabajadores.


El 25 de marzo de 2003, un violento operativo policial con heridos y detenidos, ordenado por el juez Tubío desalojó la planta luego de doce horas de resistencia de los trabajadores. En tiempo récord, ese mismo día, la lucha obrera impuso que los legisladores municipales votaran a favor de la Cooperativa Sasetru Gestión Obrera la expropiación de máquinas y herramientas y aconsejaran la expropiación del inmueble a favor de los trabajadores. Al juez Tubío la ordenanza ÿley emitida por la Legislatura municipal no le bastó y siguió adelante con el desalojo, pasando por arriba del Poder Legislativo municipal.


La retoma de Sasetru Gestión Obrera


Los trabajadores de la Cooperativa siguen haciendo guardias por afuera de la fábrica para evitar el robo de la maquinaria. La asamblea de fábrica ha votado un plan de movilización y lucha por la recuperación de la fuente de trabajo: 1) exigimos a la Legislatura provincial la expropiación del inmueble y la maquinaria a favor de la Cooperativa Sasetru Gestión Obrera; 2) apelamos a la solidaridad y pronunciamientos nacionales e internacionales a favor de la reapertura de Sasetru bajo gestión obrera; 3) el 23 de mayo, a las 16:30 horas, fuimos a un acto/festival con la presencia de sindicatos, comisiones internas gremiales y figuras destacadas del arte, deporte, política, educación, etc., en Plaza Alsina de Avellaneda; 4) lanzamiento de una consulta popular por la reapertura de Sasetru Gestión Obrera.


No dan trabajo ni dejan trabajar


Convocamos nacional e internacionalmente a pronunciarse. ¿Se puede abortar la puesta en marcha de una fuente de trabajo para 150 empleados en nombre de la propiedad privada, cuando esa propiedad está clausurada y ociosa durante veinte años?


¿No es hora de acabar con la especulación, abrir fábricas, dar trabajo y que se inicie un proceso de colocar las miles de fuentes de trabajo paralizadas bajo la órbita de la utilidad pública y social para acabar con la desocupación que afecta a 7 millones de trabajadores?.