Los trabajadores del hotel Bauen vienen gestionando el establecimiento desde hace un año. Los compañeros no solamente han reactivado el hotel (el 80 por ciento de la capacidad instalada) sino que han aumentado progresivamente los puestos de trabajo.

Las instalaciones del Bauen han sido puestas por los compañeros a disposición de las diferentes expresiones de lucha. Tienen cabida en este hotel céntrico las variadas manifestaciones de la lucha popular.

Los compañeros del Bauen vienen reclamando desde hace varios meses la sanción de una ley de expropiación, pero tropiezan con demoras por parte del Gobierno de la Ciudad. Los círculos de la burguesía consideran que hay que poner fin a las expropiaciones en el ámbito de la Legislatura. En este caso específico, el valor comercial e inmobiliario del Bauen es enorme. Con la actividad turística en pleno auge, un hotel de esas características es un botín codiciado.

La expropiación permitiría a los trabajadores contar con la legalidad que necesitan para ofrecer otra gama de servicios, como contratos y convenciones, y encarar obras de refacción. Esta ampliación de la actividad redundaría en un incremento de los puestos de trabajo.

La negativa a la expropiación va pareja a un hostigamiento creciente contra la gestión de los trabajadores por medio de inspecciones y clausura de las instalaciones. La tentativa de ingreso de los inspectores ha sido rechazada por los trabajadores.

Desafiando la escalada gubernamental, los trabajadores del Bauen han resuelto intensificar su campaña de movilización. Acaban de realizar una marcha a la Jefatura de Gobierno para denunciar las dilaciones y exigir la inmediata aprobación de la expropiación del hotel.