El pasado 26 de marzo la justicia falló a favor en la medida cautelar presentada por Nahuel Jalil, delegado paritario de ATE del Ministerio de Defensa despedido a fines de diciembre (ver nota), e intimó a las autoridades del organismo a proceder a su reinstalación inmediata. El dictamen judicial reconoce los fueros gremiales de Nahuel, pero las autoridades del Ministerio de Defensa se han negado a acatarlo. De esta manera, Aguad y sus funcionarios refuerzan su política ilegal y anti sindical: junto a Nahuel fueron despedidos otros dos delegados paritarios y una gran cantidad de activistas y trabajadores que participaban de la vida gremial en el organismo, afectando con particular énfasis en el área de derechos humanos.

Distinta ha sido la situación en el INTI, donde trece delegados han sido reinstalados efectivamente a partir de fallos favorables a las cautelares (y tres más, de fallo reciente, se encuentran a la espera de su reinstalación). Lo que distingue una situación de otra no es una orientación distinta entre las autoridades de ambos organismos, sino que la reinstalación efectiva es impuesta por un proceso de lucha del conjunto de los trabajadores del INTI, desde la ocupación y el paro de más de 60 días, hasta las asambleas y actividades que aún hoy se desarrollan. Ha sido fundamental, en ese sentido, el impulso de la Agrupación Naranja.

Retomar la organización

El plan de desguace y ajuste que Aguad viene llevando adelante contempló, en una primera instancia, varias tandas de despidos y ataques al salario y a las condiciones de trabajo, como quita de suplementos salariales y horas extras, extensión de la jornada y distintas expresiones de violencia laboral. En lo que va de 2018, asistimos a la modificación del organigrama (con la eliminación de secretarías y direcciones) y al lanzamiento del plan de retiros voluntarios. Esto último, en sintonía con el de ´dotaciones óptimas´, que no es más que un plan de despidos encubiertos, desde el momento en que se presenta la "posibilidad de elegir" entre el retiro o la percepción de salarios por debajo de la canasta familiar.

Frente a este cuadro de situación, en momentos donde la negociación paritaria que se prevé es de un lastimoso 12%, planteamos la necesidad de retomar las asambleas para organizar a los trabajadores del Ministerio de Defensa.

Nos pronunciamos por el cumplimiento incondicional de la reinstalación inmediata de Nahuel Jalil y por la reincorporación de los 70 trabajadores despedidos. Además, somos partidarios de una gran movilización a la Asamblea de Afiliados de ATE Capital el próximo 25 de abril para levantar estos reclamos y batallar por una asamblea metropolitana de todos los estatales y un plan de lucha por el triunfo del INTI, el Posadas, Hacienda; por la constitución de un fondo de lucha sostenido por el sindicato, contra los nuevos despidos y la paritaria de miseria que prepara el Gobierno, así como por una campaña del sindicato para conquistar con la movilización el derecho al aborto seguro legal y gratuito.