Sindicales

12/9/1995|464

Por qué AMSAFE no paró

La asamblea provincial de AMSAFE resolvió no parar el pasado 6 de setiembre. La resolución, aunque ilustra el cuadro de debacle política al que ha llevado a AMSAFE la dirección saliente (UCR), es por sobre todo la consecuencia de la política de la nueva dirección marisanchista, que acaba de estrenar mandato. Muchos departamentos celestes votaron contra el paro. Sólo San Lorenzo (Tribuna Docente), Rosario (por su tradición combativa) y la Capital, llevaron mandatos por 24 horas de paro y movilización (en el caso de San Lorenzo, reclamando el inicio de un plan de lucha).


Para un dirigente de la conducción marysanchista, triunfó “una política gremial donde se prioriza la no confrontación con el modelo y que se perpetúa a pesar de que la conducción de AMSAFE cambió” (La Capital, 5/9). Pero no es cierto que esto sea solamente la política de los radicales, porque hace mucho que los celestes desterraron también el “viejo” método de la huelga, e incluso aceptan los lineamientos de la ley de educación.


En realidad, la Celeste está en plena crisis como consecuencia de la división del Frepaso de Santa Fe, cuyo tronco principal fue a las elecciones provinciales con la UCR y el PDP.


Mientras tanto, hay una “guerra de guerrillas” contra los despidos, los bajos salarios y la quiebra del Estatuto del Docente.


¿Qué hacer?


Desde estas páginas, hemos llamado a convocar a un congreso de delegados elegidos en asambleas de base, para discutir un plan de lucha y reorganizar al gremio sobre la base de la independencia de clase y la democracia sindical.