Sindicales

11/7/2020

Por un gran frente de lucha de todos los trabajadores aeronáuticos

Agrupación La Pista

En declaraciones recientes (Télam, 3/7), el secretario general de la Asociación Personal Técnico Aeronáutico (Apta), Ricardo Cirielli, refiriéndose al descuento del 50% en los salarios del grupo Aerolíneas pidió que el presidente de la compañía y los directores también se rebajen los sueldos, o sea: no se opone a la medida. Además, el planteo no resuelve la angustiante situación de 12.000 trabajadores que vemos destruidos nuestros ingresos.

Luego agregó que “los trabajadores de la empresa ya aportan para aliviar la extendida crisis a partir de su aceptación de las suspensiones temporarias y de la no actualización de los salarios para lo que resta del año”.  ¿Que aceptación?

Para Cirielli es fácil decir que nosotros aceptamos cobrar medio salario mientras mira la laguna desde su lujosa residencia en Nordelta. Ningún trabajador fue consultado para aceptar las suspensiones ni la pérdida de aumentos por un año, cuando el salario ya perdió más del 40% respecto de la inflación.

Tampoco fuimos consultados para aplaudir, como han hecho todos los gremios, la fusión/desguace de la empresa, primer paso hacia la destrucción de los convenios colectivos. Cirielli no nos consulta porque sabe que en cualquier asamblea le pediríamos explicaciones por seguir de brazos cruzados y, sobre todo, un plan de acción frente a la ofensiva patronal.

La actual crisis no es resultado de la pandemia. Rebajar salarios y destruir convenios ha sido un objetivo acariciado por todas la patronales y por todos los gobiernos.

La negativa sistemática de los gremios aeronáuticos a enfrentar a la patronal, cualquiera sea su signo, los hace enteramente responsables de que hoy nos encontremos en esta situación. Es la consecuencia directa de la falta de independencia política de las direcciones sindicales y su integración al estado.

En un reciente comunicado de APA (Asociación del Personal Aeronáutico), Edgardo Llano  habla de “las 1.715 familias amenazadas con el desempleo y convertidas en rehenes de la intransigencia de Latam”. Pero no se hace cargo de que esto es el resultado del inmovilismo de su gremio.

Todo lo contrario, dice: “Llamamos a no hacerse eco de… las convocatorias de grupos carentes de representación y responsabilidad que lucran con la desesperación de las 1.715 familias”. Así amenaza a los 300 afiliados de AEP que frente al abandono de su sindicato decidieron autoconvocarse en asamblea, votando una movilización levantada luego de apretar a los delegados que la impulsaban.

Las direcciones sindicales llevan adelante una línea de desgaste. Dejaron solos a los compañeros de Latam en medio de los aprietes de la empresa para aceptar la rebaja salarial  y hoy los abandonan frente a la extorsión de los “retiros voluntarios”.

Ni el patético papel de Biró volando a Shangai, ni su lugar en el directorio de Aerolíneas fueron suficientes. No pudo evitar enterarse por una llamada telefónica del descuento salarial.

El camino lo marcan los técnicos de Austral, movilizándose con sus caravanas, denunciando el rol cómplice de la conducción de Apta.

Llamamos a los delegados antipatronales, honestos y combativos, a exigir de inmediato la convocatoria a plenarios con mandato de asamblea de todos los gremios aeronáuticos.

Los trabajadores tenemos derecho a opinar y decidir. Necesitamos un gran frente de lucha conformado por todos los trabajadores sin distinción de afiliación para discutir y resolver medidas de acción para enfrentar la ofensiva patronal.