Sindicales
18/4/1995|444
Por un paro general de Prensa
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La huelga por tiempo indeterminado en Página/12 continúa firme. Pero está llegando a una etapa de definiciones. La empresa ha seguido mandando telegramas de despido, aduciendo como causa la participación de los trabajadores en asambleas de personal, toda una tradición en Página/12. El número de cesanteados alcanza la cifra de 68 compañeros.
Es evidente que el conflicto debe profundizarse, puesto que, a pesar del paro, el diario sigue saliendo gracias a un grupo de jefes y carneros, con el centroizquierdista Verbitsky a la cabeza. La conducción de la Utpba no está impulsando, en lo más mínimo, la generalización de la lucha a todo el gremio ni la profundización del paro de los trabajadores de Página/12 para impedir la salida del diario. Un signo evidente de esto es la pertinaz negativa a encarar resueltamente la organización de asambleas por empresa, con la perspectiva de arrancar un paro general de todo el gremio, ni la puesta en pie de un real Comité de Movilización de los trabajadores de prensa.
Los compañeros acaban de realizar un festival en las puertas del diario el miércoles 12, cuya organización se concretó en sólo 48 horas gracias al esfuerzo del activismo, que tomó decididamente en sus manos la tarea, ante la evidencia de la conducta “negligente” de la UTPBA. Un sindicato que siempre se jactó de tener excelente llegada entre los “referentes” sociales, y que cada vez que organiza un protocolo lleva a varias figuras “amigas” del espectáculo —Jorge Guinzburg, Ignacio Copani, Lito Nebbia—, llegada la ocasión de aportar artistas para el festival de apoyo al conflicto de Página/12 se quedó con las “manos vacías”. Ni hablar de la propagandización y publicidad del festival. A empresas como Clarín, Télam y La Nación no llegó siquiera un solo afiche o volante gremial. ¿Por qué la impotencia de la dirección de la Utpba para apoyar el conflicto de Página/12 y llevarlo al triunfo? ¿Será por los múltiples lazos políticos centroizquierdistas que la unen con la dirección del diario?
Es evidente que el desafío para el activismo de Página/12 pasa, en primer lugar, por organizarse, a fin de discutir una línea de intervención que le permita superar la política de derrota por la cual brega la Utpba, así como el bloqueo y el aislamiento al que, respecto el conjunto del gremio, intenta condenarlo la burocracia centroizquierdista.
La patronal no está dispuesta a retroceder, a no ser que la movilización de los trabajadores la obligue. La profundización de las medidas de lucha (ocupación de la planta, impedir la asistencia de los jefes carneros, etc.) está a la orden del día, así como la inmediata puesta en marcha del fondo de huelga.
La LISTA NARANJA de PRENSA planteó esta orientación a través de un volante repartido en Página/12 y otras empresas del gremio, y de una propuesta que fue entregada en el seno del Comité de Lucha, que reproducimos aparte.
También es necesario volcar el apoyo del movimiento obrero y de la opinión pública a la huelga. El boicot al diario de los Verbitsky carneros mientras dure la huelga y armar una red de distribución popular a la Página de los Trabajadores es una tarea de solidaridad que toda la izquierda y el movimiento obrero deben tomar en sus manos.