Sindicales

28/3/2023|1665

Por una lista antiburocrática en ATE

Realizaremos plenarios regionales para debatir y organizar la campaña, empezando por CABA el sábado 1 de abril.

Por una nueva dirección en los sindicatos.

El 9 de agosto tendrán lugar las elecciones de la Asociación de Trabajadores del Estado. El 10 de mayo será la convocatoria formal y hasta el 23 de mayo se podrán presentar listas. Según informa la dirección del sindicato en su publicación El trabajador del Estado, “316.000 afiliadas y afiliados estarán en condiciones de elegir (…) más de 7.655 cargos directivos, (…) para la conducción del Consejo Directivo Nacional, 24 Consejos Directivos Provinciales, más de 185 seccionales, 220 cargos de congresales nacionales, Juntas Internas y Centros de Jubilados y Pensionados (nacional y provinciales)”.

El contraste entre la estructura que implican estos números y la movilización real es notable, lo cual indica un vaciamiento de la vida sindical en ATE. Al compás de una integración sin precedentes a nuestra patronal (el gobierno pejotista al mando del Estado), los reclamos de las y los estatales desaparecieron de la agenda del sindicato. Aunque en el pasado la oposición de la dirección de la Verde a las paritarias pactadas con UPCN solía ser testimonial, ahora ni siquiera esta eso: se firma todo lo que mande el gobierno del Frente de Todos, incluso un 7% en medio de la pandemia. La burocracia solo tiene para evocar como “gesta” una movilización de hace más de 7 años. El 24 de febrero de 2016 fue una enorme acción de lxs estatales contra los ataques del macrismo, pero careció de continuidad por responsabilidad de la dirección.

La Verde conduce el sindicato nacional y la mayoría de las provincias; su principal “oposición” sería la Verde y Blanca, que controla el resto de las seccionales. Entre ambas suelen despacharse con encendida pirotecnia verbal. Sin embargo, las diferencias son indistinguibles en lo que refiere a planteamientos políticos y acción gremial. Tanto la Verde como la Verde y Blanca son parte del gobierno y reivindican su pertenencia al FdT. Catalano pinta paredes por “Cristina 2023” mientras Isasi se abraza a la reelección de Kicillof, el gobernador que paga salarios por abajo de la línea de pobreza a maestras y enfermeras. Los plenarios son prácticamente inexistentes en seccionales de uno u otro color. En CABA tendremos por primera vez un congreso, en vez de una asamblea general, para votar la memoria y el balance. Por el lado de PBA, la “asamblea” general se convocó 48 horas antes. Allí, se sometió a “votación” el discurso de Isasi (sic), centrado en la campaña del Frente de Todos. ATE Nacional firma a repetición las paritarias con UPCN, pero sus “rivales” de CABA no se quedan atrás, metiendo “gancho” a las de Larreta. En ambos casos, sin consultar a nadie.

Los ejemplos ilustran la desnaturalización de la función sindical que impusieron ambas fracciones de la burocracia en su integración a la patronal. Hay que destacar el privilegio material que implican los puestos de funcionariado con sueldos de CEO (Lozano en el Nación, por ejemplo) y gerencias o direcciones en numerosas dependencias. Por eso, los pases entre una lista y otra suceden con facilidad, nunca ligados a principios políticos, sino a roscas de camarillas. Así está ocurriendo en los desplazamientos tras la ruptura del Consejo Directivo de CABA.

Sea Aguiar o Isasi (Verde), Catalano (Verde y Blanca) o el que pueda aparecer, ninguno plantea un cambio de rumbo, porque son protagonistas directos del vaciamiento político y sindical de ATE.

Frente al brutal ajuste que el gobierno desarrolló en pandemia hubo peleas. El movimiento de “elefantes”’ neuquinos marcó un rumbo de combate desde la “primera línea” de la salud. Impuso reclamos al gobierno con piquetes y huelga, y superó con autoconvocatorias el abandono de la burocracia. En el Garrahan, un movimiento que articuló autoconvocatorias, con la participación activa de su Junta Interna clasista, organizó paros efectivos y grandes movilizaciones que permitieron conquistas parciales. El agrupamiento de Interjuntas tuvo la virtud de impulsar la deliberación en pleno aislamiento, promoviendo con acciones de lucha un canal de denuncia práctica del ajuste en el Estado. Con un sindicato clasista, independiente, democrático y de lucha, estas experiencias, que son solo algunos ejemplos, podrían multiplicarse. No queda otra que recuperar ATE para lxs trabajadorxs.

Frente a este cuadro, las agrupaciones combativas del gremio tenemos una gran responsabilidad. Existen juntas internas recuperadas de manos de la burocracia y presencia de delegadxs independientes a lo largo y ancho de todo el país. Existen también numerosos delegadxs “de a pie”, que llegaron por las listas de la burocracia pero se encuentran desmoralizadxs frente a la triste realidad de ATE. Quieren tener un sindicato “ni del gobierno, ni de los patrones”, vieja consigna de una Verde incapaz de cumplirla. Tenemos antecedentes en las pasadas elecciones de las CTA, que reproducen a escala “central” las inexistentes diferencias entre ambas burocracias integradas. Allí, la mayor parte de las agrupaciones nos unimos en listas multicolores para dar esta batalla.

Nuestra agrupación Tribuna Estatal se compromete a contribuir activamente en esta lucha por una nueva dirección a escala nacional. Necesitamos una organización que luche para que nadie gane menos que el costo de la canasta familiar que calcula Ate-Indec. Que pelee en serio por el pase a planta y el fin del trabajo precario en el Estado. Que enfrente a todos los bandos patronales y sus ajustes fondomonetaristas. Realizaremos plenarios regionales para debatir y organizar la campaña, empezando por CABA el sábado 1 de abril.