En Pradymar, empresa de la alimentación, trabajan 150 compañeros, todos efectivos; aproximadamente 14 con diez años de antigüedad, el resto con más de 10 años.

El dueño de Pradymar habría comprado las acciones de Noel, cuando ésta cerró; la gente que trabajaba en Barracas es trasladada de Pradymar con acuerdo del sindicato.

Al llegar a la puerta de la fábrica se pueden ver varios carteles que dicen: “Basta de mentiras”, “No a la rebaja salarial, sí a la productividad”.

Dialogamos con el compañero Díaz, uno de los delegados del personal:

PO: ¿Cuál era la situación de la empresa con anterioridad al conflicto?

D: Anteriormente la empresa venía bien, pero siempre con atraso en los pagos, inclusive en la época que cuando al trabajo cotidiano se le agrega la producción de pan dulce para las fiestas.

PO: ¿Cómo se desarrollan los acontecimientos?

D: La empresa comienza adeudando la segunda quincena de noviembre y diciembre, aduciendo que no tiene dinero. Llega el aguinaldo y tampoco lo paga, lo mismo que las vacaciones.

El 20 de diciembre, en arreglo con el sindicato y aceptado por la interna y los compañeros, la empresa se compromete a pagar 1.000 pesos a cada compañero en concepto de segunda quincena de noviembre, diciembre y aguinaldo, y vacaciones, a cuenta de la deuda.

Esto la empresa no lo cumple y dice que a partir de febrero del ’94 se va a saldar la deuda. Esto tampoco se cumple.

El lunes 24 de enero, al regresar catorce compañeros de sus vacaciones, se encuentran con la novedad de que si quieren entrar a trabajar deben firmar un nuevo contrato laboral que quitaba alrededor del 40% al salario, y que incluía una rebaja de bonificación por comedor, de 4 pesos a 2,50, y la eliminación de futuros aumentos ya acordados con el sindicato.

Esto es aceptado por los compañeros.

El 31 de enero,  al llegar el resto de los compañeros, se repite la historia, pero en este caso enviamos telegrama denunciando la negativa de la empresa a darnos trabajo. Es  despedido un compañero. Interviene el sindicato, se suspende lo planteado por la empresa y volvemos a trabajar.

Luego se hace la denuncia al ministerio por la quita salarial, pero la patronal no se presenta.

Mientras tanto, se trabaja hasta el 3 de febrero, cuando se corta la luz por falta de pago.

Actualmente, se concurre al lugar de trabajo que sigue sin luz y sin agua y sin materia prima.

En la audiencia del día 15 de febrero la empresa reitera su pedido de reducción salarial, lo que es rechazado por la parte obrera.

Además, la empresa va a una convocatoria de acreedores para el día 3 de marzo.

Ante la pregunta de qué medidas tomarían los compañeros de ahora en más, nos respondió que habían discutido con algunos compañeros el sacar el conflicto a la calle y darle una mayor difusión.