Sindicales

14/8/2014|1327

Predio con historia

Delegados y activistas de Atlántida presentes

predio con historia editorial atlantida 1997 (mario diamonte) ok

A horas de la ocupación, se hicieron presentes en el acto-asamblea de los compañeros de Donnelley, varios delegados y activistas de la histórica huelga y ocupación de Atlántida. Una planta predestinada, decían los compañeros. La ocupación de Atlántida, atacada por la burocracia ongarista en el plenario de delegados de hace unos días, fue una de las grandes luchas de los ‘90 junto al Santiagueñazo y otras gestas que fueron socavando la dura década menemista. Aislada por los medios, hizo los primeros cortes de Panamericana, se movilizó a todas las gráficas para que no se hicieran las revistas, se movilizó incluso a los medios de prensa y al poder político. En la planta se hizo un gran plenario obrero, donde participaron incluso delegaciones de la CTA y el MTA (moyanismo). Sólo dos embates de la infantería pudieron con los obreros que al momento eran acompañados por Fatida (Federación del Interior) y por representantes de los gremios gráficos de Chile, Brasil y Uruguay. La lucha repercutió en el mundo como gesta contra la flexibilidad laboral de los ’90 en distintos países. Se incorporó a la historia de las grandes huelgas de Fabril en el ’69, de las luchas de Abril en los ’70 y las ocupaciones de diarios La Razón, Tiempo Argentino y otras grandes huelgas de los ’80. Recibió el respaldo de los obreros de Ford, que habían recibido la solidaridad de la gran organización clasista de Atlántida en su ocupación de 1985. Los obreros que empezaron la lucha a pesar de la indemnización, lograron igualmente su cobro al final del conflicto. Recién con el Argentinazo del año 2001 se abrió la etapa de las “gestiones obreras”. La conducción de Ongaro sólo atacó la lucha.

Como dijo el profundo obrero de rotativas que apoyó la moción de la ocupación, “reaccionamos de acuerdo con nuestra historia”, haciendo referencia a trece años de conquistas y organización clasista.


N. P.