En la última semana, la Asamblea de los trabajadores del Scotiabank decidió ir a la huelga por tiempo indeterminado. La Mesa de Trabajo, elegida en Asamblea General y de las sucursales, ha montado un plan de movilización cotidiano. El fin de semana instalaron una carpa frente a la Embajada de Canadá, inaugurando “la sucursal Nº 79” a la cual los trabajadores bancarios han llamado “Los Ladrones”. Allí se realizó el domingo un emotivo acto para festejar el Día del Niño, con los hijos de los bancarios en lucha.

Es que el viernes 16 vence la suspensión decretada por el Banco Central y se plantea casi con seguridad la liquidación de este banco, lo que dejaría arruinados no sólo a miles de ahorristas, sino también a sus 1.700 trabajadores en la calle.

Se habla de que el banco sería desguazado. Según versiones, estaría interesado en comprar parte del mismo el Comafi. También “circuló la versión de que el español BBVA Francés habría presentado el viernes a última hora una oferta” (Clarín, 12/8). En cualquiera de los casos, se realizaría “previamente reducción en personal y sucursales” (Clarín, 10/8). Esto es un tendal de despidos.

La Asociación Bancaria, dirigida por el burócrata Zanola, mantiene una actitud pasiva frente a la oleada de cierres que está asolando al gremio. Ahora ha vuelto a “amenazar con realizar medidas de fuerza si se producen esos despidos” (Diario Popular, 6/8). Pero lo concreto es que en la última reunión ministerial, el sindicato se limitó a gestionar “el pago doble de las indemnizaciones de los empleados” en el caso de que se liquide el banco. Es decir que está aceptando los despidos.

Entre los trabajadores bancarios crece el planteo de que hay que radicalizar las medidas de lucha. Muchos plantean en forma abierta la necesidad de ocupar el banco. Ningún despido. Expropiar la banca y colocarla bajo control directo de sus trabajadores. Que se devuelvan los depósitos a los ahorristas con los bienes de las empresas canadienses radicadas en el país.

La lucha del Scotiabank es un adelanto de la que se vendrá con el estallido abierto de la crisis bancaria, que plantea el cierre de numerosas entidades y el despido de miles de trabajadores. Por eso hace falta YA un plan de lucha de todo el gremio bancario.