Sindicales

21/1/2016|1397

Provincia de Buenos Aires: basta de despidos

Necesitamos un plan de lucha provincial de los municipales bonaerenses

delegada del Hospital de Wilde, de municipales de Avellaneda


Una importante movilización de trabajadores municipales agrupados en la Fesimubo y con delegaciones de la vieja federación se concentró desde el mediodía del jueves 14 en la puerta de la Legislatura de la Plata, reclamando por la vigencia de la ley 14656, que debería comenzar a regir precisamente en enero, y en repudio de los despidos y la represión. Previamente, una concentración de sindicatos combativos como el Suteba La Plata y Ensenada realizaron una concentración contra el presupuesto y en apoyo a los municipales.


 


Desde los primeros días de enero fueron despedidos más de 9.000 trabajadores municipales en los distritos gobernados por Cambiemos y en muchos otros, como Esteban Echeverría y Hurlingham con intendentes de FpV.


 


El caso más indignante es el de Quilmes, donde mientras se despedían a más de 900 trabajadores, muchos de ellos con dos y hasta siete años de prestar servicio en el municipio, se conoció que el secretario general del sindicato de municipales (STMQ), Raúl Méndez, fue nombrado como asesor del intendente Martiniano Molina. A la fecha, cerca de 400 compañeros de Quilmes han sido recontratados por tres meses y hay una mesa de negociaciones por otros 90.


 


Distinta fue la conducta del combativo sindicato de Coronel Suárez, que con asambleas y ocupación del corralón logró reincorporar a los trabajadores despedidos.


 


La gobernadora Vidal, con el aval de los intendentes del FpV, habían suspendido la aplicación de la ley 14656. Frente a ello hubo una movilización de Fesimubo el 29 de diciembre, pues esta suspensión formaba parte del presupuesto antiobrero de la gobernadora de Cambiemos.


 


Con el nuevo tratamiento del presupuesto se trató también la paritaria de los municipales. Previamente se conoció que Vidal habría dado marcha atrás con la suspensión de dicha paritaria. Pero esto es parcial: suspendería por seis meses la aplicación del capítulo 3 de la 14656, que es donde se fija el marco para las condiciones laborales hasta tanto cada municipio acuerde con sus trabajadores el convenio colectivo, esto para darle plazo a los intendentes nuevos.


 


Los directivos de Fesimubo cargan la responsabilidad por los despidos sobre el nuevo gobierno, pero quien tuvo durante ocho años a los trabajadores municipales precarizados fueron los intendentes del PJ y del Frente para a Victoria, como lo señalaba el secretario general de Suteba Ensenada, en el acto de repudio a los despidos y represión de municipales. Podemos generalizar diciendo que el kirchnerismo precarizó a los municipales y Cambiemos los despide.


 


Cabe destacar que la ley 11757, sancionada cuando gobernaba Duhalde en 1996 y las leyes supletorias de la provincia de Buenos Aires mantiene el período de prueba en un año. Es decir que los intendentes del FpV y Cambiemos no sólo violan la ley reclamada por los municipales sino hasta la nefasta ley 11757.


 


Desde 1996 cuando el gobierno de Duhalde sancionó la ley 11757 que liquidó nuestros derechos enunciados en los “estatutos” de cada municipio, los trabajadores municipales protagonizamos grandes luchas y movilizaciones por su derogación. En noviembre de 2014 se aprobó la ley 14656, que aunque fue muy recortada con relación al proyecto inicial (por ejemplo, no contempla la obligación de acordar un salario único a nivel provincial sino que crea un consejo “consultivo” que deja en inferioridad de condiciones los municipios más chicos), aún así, es un paso adelante y es considerada por los trabajadores una gran conquista.


 


Es necesario un congreso de delegados de base de Fesimubo, que debata un plan de acción conjunta de todos los municipales bonaerenses, por la inmediata reincorporación de todos los cesanteados, por la vigencia de la ley 14656, con paritarios electos por asamblea de cada municipio, y por un piso salarial común para que todos los municipales tengamos un sueldo igual al costo de la canasta familiar.