La campaña digital por la recomposición de los ingresos de las y los trabajadores de los casinos estatales de la provincia de Buenos Aires, desarrollada el pasado 25 de mayo, que se hizo sentir en redes, materializó la angustiante preocupación preexistente y la deliberación en ascenso del sector. La angustia comenzó a transformarse en bronca e indignación contra el gobierno y las conducciones sindicales tras conocerse la postergación, para el día lunes primero de junio, de la reunión a la cual estaban convocados los sindicatos y que se esperaba aportara alguna respuesta. Resulta que los ingresos de las y los compañeros se han visto mutilados en algunos casos hasta en un 80% según las palabras de Daniel Méndez, secretario general de la AECN (trabajadores de juego). Un segmento muy significativo de las y los trabajadores ha percibido apenas algunos pocos pesos por encima de los veinte mil. Recordemos que el Indec confirmó que en abril una familia de 4 integrantes necesitó $42.594 para no ser pobre y cerca de $18.000 para no caer en la indigencia. Medición muy por detrás de la canasta de $67.372 que miden los trabajadores de ATE Indec Junta Interna, en un cuadro de inflación que continúa escalando. Esta situación deja a las claras nuevamente la endeblez de la estructura de los ingresos de los casineros, sin convenio colectivo, sujetos a la jornalización y la productividad del trabajo.

Los casinos provinciales, cuarentenados desde el 14 de marzo, dependen del IPLyC, Instituto Provincial de Loterías y Casinos de la Provincia de Buenos Aires que cuenta como presidente con Omar Galdurralde (miembro del entorno actual de Martín Insaurralde, intendente de Lomas de Zamora, ex director de finanzas del Ioma, ex directorio del Banco Provincia en la administración de María Eugenia Vidal y con un pasado muy próximo al círculo de Aníbal Fernández). El IPLyC es el segundo ente recaudador del Estado provincial detrás de Arba.

Como es de público conocimiento, los recursos provinciales están en crisis. Pese a haber conquistado los trabajadores compensaciones en el pasado, durante la pandemia de gripe A, hoy el gobierno de Axel Kicillof opta por ceder a los reclamos de los acreedores internacionales por encima de las necesidades urgentes de trabajadores y desocupados. Prueba de ello es que con excusas burocráticas se rechazó pagarnos un magro incentivo de algo más de $6.000 en concepto de horas extras, pero se llevan pagados 300 millones de dólares a los buitres externos y se preparan otros 100 millones con el fin de cumplir con los "compromisos" financieros inmediatos. El Estado nacional, mientras tanto, subsidia a los Techint, Clarín, etc.

Mientras niegan la exigencia legal y pública de apertura de los libros contables de las empresas, y postergan indefinidamente un impuesto a las grandes fortunas y ganancias, los gobiernos rescatan a los monopolios del juego, sector que como los bancos, la han levantado con pala en las últimas décadas.

Hasta el momento, las conducciones sindicales de AMS (administrativos y maestranzas) "de” Chucho Paéz y la AECN (juego) presidida por Méndez, integradas al gobierno, se han limitado a las negociaciones y presentaciones administrativas sin estimular iniciativas, ni la deliberación colectiva de la totalidad de las y los trabajadores casineros, cuando amerita más que nunca la convocatoria a asambleas y plenarios virtuales de las delegadas y delegados de todas las salas de juego para votar un plan de acción.

Apoyamos las demandas de urgente pase a planta permanente de las y los contratados y la derogación de las resoluciones de cierre de la exgobernadora María Eugenia Vidal de los casinos de Mar de Ajó y Necochea.

Compensación salarial urgente retroactiva a abril e indexado por inflación. Remunerativo para que incida en jubilados y aguinaldo.

Reapertura de la discusión paritaria. Por un salario mínimo equivalente a la canasta familiar para no quedar sujetos a los vaivenes de las horas extras, caja de empelados y productividad. Cláusula gatillo atada a la inflación.

Defensa del Instituto de Previsión Social. Basta de vaciamiento y endeudamiento de nuestra caja jubilatoria.

Planteo inmediato de la reapertura del casino de Pinamar ante un eventual regreso a la actividad.

Defensa de la cuarentena.

Unión de las luchas de las y los estatales.

La crisis no debemos pagarla las y los trabajadores del Estado: que la paguen los capitalistas. No pago de la deuda externa, impuesto extraordinario a los grandes patrimonios y ganancias.