El martes 13, un piquete de La Bancaria, que venia de recorrer el microcentro agitando el paro del 20, culminó su recorrido en la Caja Popular (la única banca pública de la provincia). Allí, los matones, la policía y el propio interventor del banco, Armando Cortalezzi, decidieron cerrar las puertas para impedir su ingreso. Los dirigentes, sin embargo, lograron ingresar.

Desde hace un mes, la intervención designada por el gobierno pretende anular el accionar del sindicato, que denuncia el retiro de 170 millones de pesos de la Caja por parte del gobierno y un conjunto de atropellos contra el personal jerárquico. Además, el accionar intimidatorio es complementado por el D2 (servicio de inteligencia) espiando y siguiendo con autos sin patente a los dirigentes del sindicato. Recientemente, al celebrarse el día del bancario, el interventor en persona, haciendo ostentación de matonaje y desafiando al sindicato, se dedicó a despegar los afiches de La Bancaria.

El miércoles 14 tuvo una respuesta. La Bancaria planteó que todos los días va a salir el piquete a agitar el paro. El 20 es la gran pulseada, que es asegurar el paro masivo de los bancarios y de manera especial en la Caja Popular.