Sindicales

9/4/2020

PTS: desvaríos de una política asistencialista

Sobre una política estéril para los docentes y un ataque a la Multicolor del Suteba

En un artículo de la​ Izquierda Diario,​ la lista Marrón​ del PTS​ incursiona ​en un ataque frontal​ al frente Multicolor de la oposición en el sindicato docente bonaerense, el Suteba.​ Con tono​ de maestro ciruela​ cuestiona​ el rol que está jugando el sindicalismo clasista en la crisis agravada por la pandemia.​ “¿Sindicatos para qué?”, pregunta el PTS como si no fuese parte de la Multicolor, mientras ​despotrica contra las seccionales combativas​ que se “limitan ​a sacar comunicados ​de exigencias al Estado”… “que hambrea a nuestros pibes,​ permite los despidos y la militarización de los barrios pobres” En posteriores notas de LID, el PTS opone​ los “voluntariados” y los “observatorios sociales” a la política que defiende la Multicolor​ y que para Tribuna Docente del Partido Obrero tiene como centro organizar la intervención de los trabajadores para imponer el control popular.


Se trata de un contrasentido por donde se lo mire y un enorme retroceso con respecto al programa reivindicativo y de transformación social que tempranamente hizo público el Frente de Izquierda-Unidad. ¿A quién dirigimos la exigencia de prohibición de los despidos y suspensiones o del seguro al desocupado​ de 30.000​ pesos si no es​​ al Estado y concretamente al gobierno que defiende los intereses capitalistas contra los trabajadores?​ ¿Qué sentido tiene relevar la miseria popular, la insuficiencia de bolsones de baja calidad nutricional,​ el hacinamiento y la falta de servicios en las barriadas populares, la desocupación y la precarización laboral​ que junto a los despidos y los salarios de hambre agigantan la pobreza; si no es para​ para organizar los reclamos al Estado,​ a las empresas y a los capitalistas? ​Somos sindicatos ​clasistas y no ONGs u observatorios. Cuesta creer que se repita ritualmente que el “Estado es responsable” y se abandone la lucha contra este, ​ cuando el gobierno de Alberto Fernández pretende disolver toda oposición y reclamo popular​ en nombre de la “unidad nacional”.


​Un párrafo aparte lo merece la oposición del PTS a defender la cuarentena contra las presiones de la UIA, de la CGT, de las cámaras patronales y todas las burocracias (especialmente de la CTA​ kirchnerista de Yasky y Baradel)​ y ,por supuesto, del gobierno que flexibiliza la cuarentena acorde a las exigencias del capital.​ El temor a un colapso sanitario total (cuando se acerca el pico de la pandemia)​ y a una intervención obrera y popular (que​ abrió un debate y una​ crisis​ interna en el gobierno)​ llevó a Alberto Fernández a anunciar​ la​ continuidad tramposa de la cuarentena​ después de haber anticipado una apertura y flexibilización​​ a partir del 13 de abril.​Estos choques​ ponen​ al rojo vivo todos los reclamos de seguridad e higiene en los lugares de trabajo “esenciales” y​ en aquellos otros​ donde hay presiones para volver a trabajar sin garantías. Para el PTS​ es​ el gobierno el que quiere que “la gente se quede en su casa”, blanqueando las presiones capitalistas ​que van en el sentido opuesto y blanqueando al propio Alberto Fernández​ que no sabe cómo levantar la cuarentena cuando es​ sabido que Kicillof- Berni​ hacen lobby para levantarla. ​ ​


Los compañeros de la Lista Marrón y el PTS se escandalizan porque una política clasista dirige sus reclamos al Estado. ​ ¿A quién si no? Esto​ es el ABC de una política de clase obrera que apunta contra el poder político y le opone​​ un programa de reivindicaciones​ de las masas​ y​ de transformación social​ para confrontar con el gobierno ​capitalista de Alberto Fernández y los gobiernos provinciales.​ Suplantar la lucha de clases por​ ​”observatorios sociales ”,​ y los reclamos de los trabajadores​ al Estado por los “voluntariados”​ despolitiza a los trabajadores​ y​escinde el combate​ contra la catástrofe sanitaria de​ la lucha política​ y militante contra el régimen capitalista. El régimen de la propiedad privada de los medios de producción​ constituye​ ​un límite insalvable​ a la defensa de la vida y​ salud de la población. Pero además,​toda exigencia al Estado capitalista​ es indispensable para poner en pie un amplio movimiento reivindicativo,​y para ir agotando una experiencia​con el peronismo y el nacionalismo burgués. Renunciar a la lucha política​ ​desliza peligrosamente a las organizaciones que abandonen los​planteos socialistas​ contra el​ Estado capitalista al campo de la integración al régimen.


​A​ la pregunta​ de ¿sindicatos para qué?, la respuesta es que los sindicatos ​deben actuar como​ ​un canal para la lucha por la independencia de clase de los trabajadores y contra toda política de conciliación con la burguesía y sus gobiernos. Recuperamos los sindicatos de manos de las burocracias para que ​sean una escuela de lucha y organización ​de los trabajadores​ y para separarlos​ de la influencia del nacionalismo burgués. Denunciamos la doble vara de los gobiernos capitalistas que inscriben ​“voluntarios”​ y apelan a la solidaridad mientras pagan salarios de hambre, precarizan el empleo​​ ​y niegan​ las ART (enfermedad profesional) a los trabajadores de la salud.


​Pero además, ​es​ rotundamente falso que la Multicolor se ​limite a sacar comunicados. Así planteado,​ habla en todo caso​ de la inacción del PTS​ y no de las seccionales combativas que han tomado iniciativas muy importantes para defender a los trabajadores de​la educación. Quienes descalifican​ las reivindicaciones de la docencia con​ el mote despectivo de “corporativismo​” capitulan frente a la burocracia de Baradel y Alesso. Por iniciativa de la Multicolor se unió a todo el sindicalismo docente combativo en la reunión nacional que impulsó la defensa del salario y el apoyo activo a las luchas provinciales de la docencia libradas a su suerte por la burocracia de Ctera.


La Marrón-PTS ​sabe bien que​ desde la Multicolor y Tribuna Docente hicimos una gran campaña por la suspensión de las clases y para que la docencia y los auxiliares de la educación no tuviesen que concurrir a los lugares de trabajo, garantizando​ sí las guardias mínimas y voluntarias para la entrega de alimentos y el servicio alimentario.​ Es el gobierno el que no garantiza la continuidad pedagógica por falta de inversión, recursos y presupuesto.​ El PTS sabe​aunque lo calle​ que la​ Multicolor elaboró y difundió ​un programa integral ​en defensa de la educación pública y contra el hambre ​denunciando el pago de la deuda externa confiscatoria​ a la par que reclamamos​ condiciones seguras y de prevención para las compañeras y compañeros que cumplen con las guardias​ para atender el servicio alimentario. Solo outsiders pueden tildar ​de corporativa la lucha por el pago del salario a los docentes desocupados o ​por el cobro integral de los sueldos​ contra los descuentos arbitrarios.​ A la burocracia no le aflojamos un tranco de pollo en la lucha por la defensa de los intereses de los trabajadores y contra toda reglamentación precarizadora ​de los derechos laborales. Y esto vale como denuncia de la contraprestación laboral que exigen Kicillof y la ministra de Educación bonaerense, Vila, para un subsidio de 10.000​ pesos que solo alcanza a una parte minoritaria de los docentes desocupados.


Por último, el artículo de LID contra los Sutebas Multicolores apareció en escena con posterioridad al llamamiento del Suteba Ensenada a poner en pie Comités de Trabajadores y Comités de Seguridad e Higiene para que los trabajadores intervengan con una política independencia de clase. Este llamamiento que pone en primer término las reivindicaciones populares fue una respuesta a los comités de crisis del gobierno, los intendentes y las burocracias que actúan como​ correa de transmisión de la política oficial. Una tarea fundamental de estos comités de trabajadores​ es la defensa de la salud contra toda exposición de los trabajadores de la educación.​ Defendemos estos comités como lucha por el control obrero y popular​ y para que la crisis la paguen los capitalistas.