Sindicales

30/1/2021

Portuarios

Puerto de Buenos Aires: a río revuelto, ganancia de las patronales

Organicemos nuestros reclamos y medidas por medio de asambleas de trabajadores.

Agrupación Clasista Naranja Portuaria.

El Puerto de Buenos Aires asiste a una situación más que particular. En medio de la crisis de Terminal 5, aún sin resolverse, y con el contador corriendo hacia la licitación de 2022, se han establecido negociaciones entre las patronales y la burocracia sindical por supuestas efectivizaciones en medio de ingresos atípicos y la ampliación del personal tercerizado.

Los favores y desplantes de las patronales y el gobierno también han dado lugar a distintas configuraciones y realineamientos de las alianzas en la burocracia sindical, cosa que ocurre más profundamente en la Fempinra que tributa a Alberto Fernández y a Sergio Massa. Pero ninguna representa una ruptura con sus orígenes, ni un progreso hacia nuevas direcciones sindicales de los trabajadores.

En este clima, las direcciones sindicales han abandonado todo planeo y reclamo de los trabajadores portuarios y se han sumergido en una lucha escandalosa, cada uno por su cuenta, por recibir alguna migaja de la mesa de las operadoras portuarias: efectivización a cuentagotas o el ingreso de algún conocido. Nadie habla de que la paritaria 2021 fue vapuleada por la inflación.

En lo que va del acuerdo paritario, de junio a diciembre se acumuló una inflación del 21%, mientras los aumentos le pisan los talones escalonadamente (10% julio, 5% octubre y 5% diciembre). Cuando en febrero nos aumenten un 10% más, será para empatar los incrementos de precios de enero y febrero, y seguir perdiendo hasta abril (cláusula de revisión) o incluso hasta junio, como pasó en 2020.

Las patronales han aprovechado el favor de las direcciones sindicales para “habilitar” los retiros voluntarios e intentar una renovación de personal (disminuido) con elementos propios y fuera de convenio. Estos acontecimientos son seguidos con rechazo por los trabajadores, e incluso ha dado lugar a algunas asambleas autoconvocadas.

Las direcciones de los sindicatos, tanto las que integran la Fempinra como las del Supa, se han prestado a este juego de las patronales y el gobierno. La confusión respecto a qué estamos negociando y la lucha intestina entre distintas facciones sindicales son la tapadera de la falta de orientación y propuesta de estas direcciones. Un ejemplo de ello es que ninguna ha intentado efectuar un proyecto de puerto ante la futura licitación, y ni siquiera ante la amenaza de Terminal 5.

Los portuarios no podemos terminar prisioneros de esta ensalada en la que algunos dirigentes ganan pequeños favores y donde las patronales imponen el grueso de su política antiobrera. Debemos rechazar los retiros voluntarios discutiendo con cada compañero, y deliberar en asamblea los términos de una recomposición salarial, el pase a planta permanente de todos los tercerizados y los futuros ingresos al puerto según una bolsa de trabajo transparente controlada por los trabajadores.