Tanto la patronal de Zanón como el gobierno de Sobisch, pretenden hacer rendir a los trabajadores de la empresa y su gremio, por hambre. Después de un atraso salarial de dos meses, con la fábrica tomada y un campamento del aguante, con la orden judicial de vender material en stock para cubrir la deuda salarial, el gobierno “se dignó” a entregar, mediante el banco provincial, 100 pesos a cada trabajador.

Apenas un 10% de un salario que ya lleva dos meses de retraso.

Para cobrarlo los trabajadores tuvieron que movilizarse y ocupar una sucursal del Banco de la Provincia, colocando al gobierno bajo presión.

Es este mismo gobierno que no tuvo demoras a la hora de entregar subsidios por mas de 5.000.000 pesos a la patronal, y el Banco Provincia que le aguantó a Zanón la no devolución de los mismos.

Por otra parte, Sobisch se niega a hacerse cargo de garantizar la provisión de materia prima y de gas para poner en marcha la planta. El lock-out patronal (el cierre de los patrones) no tiene declaraciones de ilegalidad, ni se quiebra por la “fuerza pública”, ni hay intimaciones judiciales para que cese.

Los trabajadores de Zanón están considerando ir a cortes de puentes por largo tiempo. Es necesario poner a producir la fábrica. Todos los gremios y en particular la CTA deben ponerse a disposición del triunfo de los obreros ceramistas (y los de la Piap).

 Convocar a todas las organizaciones de lucha a hacer de Zanón una causa popular y llevarla a la victoria.