Sindicales
23/9/2004|869
Qué hay detrás de la quiebra de Gatic
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La quiebra judicial de Gatic podría ser una calculada maniobra para acelerar la entrega de las plantas a Indular, el fondo de inversión de Gotelli.
Una comitiva integrada por Gotelli, los burócratas del caucho y los intendentes viajó a La Plata para pedir al gobierno provincial “un amplio apoyo a Indular para continuar con el proceso de alquiler”. Gotelli logró que se bajara a la mitad la deuda que Gatic tiene con el Banco Provincia (es un capitalista amigo de Kirchner y una de las cabezas de la fracción “kirchnerista” en la UIA). Móccero, el intendente facho de Coronel Suárez, fue tajante: “Considero que para Indular es un beneficio que Gatic haya presentado la quiebra porque hoy tiene que acordar directamente con la Justicia”. La quiebra permitiría “puentear” a los acreedores que se han negado a ratificar el acuerdo de alquiler. Se quiere quedar con Gatic por el pago de un canon de 12 millones de pesos anuales, cuando la deuda total —incluida la post concursal— supera los 700 millones.
Gotelli y Bakchellián han dado vía libre a una patota de la burocracia del caucho para que ingrese a “custodiar” las plantas contra una eventual ocupación obrera. Los obreros han denunciado la presencia de “gente extraña” (mandada por Móccero y el burócrata Simón) moviéndose libremente por la planta en una actitud amenazante.
Mentiras
La “inminente” vuelta al trabajo que argumenta Gotelli para reclamar la continuidad del alquiler, es otra estafa. Hasta la quiebra, la “primera etapa” de ingresos estaba reducida a apenas 100 obreros en Coronel Suárez, 30 ó 40 en Las Flores y 120 en Pigüé (250 trabajadores sobre un plantel de 4.500). Gotelli condiciona una segunda tanda de incorporaciones a la “marcha del mercado” (sin fecha y sujeta a los negocios, la competencia y la aplicación a ultranza de la flexibilización laboral en la ex Gatic). Los despidos son prácticamente gratis, porque se establece un tope de cinco años para las indemnizaciones y un “aporte” de 300 pesos para los que sean readmitidos (condicionados a una “buena reestructuración de la deuda”).
El Partido Obrero se moviliza por el inmediato reingreso de los 4.500 trabajadores de Gatic a sus puestos de trabajo, reclama el pago íntegro de las deudas salariales y previsionales, denuncia el acuerdo fraudulento y antiobrero, y defiende la Cooperativa de Pigüé y la gestión obrera para poner en marcha el trabajo y la producción.