Sindicales
29/8/2001|719
“Que la segunda Asamblea Piquetera Nacional plantee un programa de salida”
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¿Cuál es hoy la situación en Mosconi?
La “plaza del aguante” continúa; los compañeros están allí. Todavía no se han levantado las órdenes de captura contra Pepino Fernández, Piquete Ruiz y además hay nuevas órdenes de captura y nuevos detenidos. Hace pocos días fue detenido Julio Domínguez, compañero de la UTD de Mosconi. No se va a levantar la “plaza del aguante” en la medida en que no se cumpla con lo resuelto en el Cabildo Abierto del 9 de julio.
¿Cómo fueron los cortes de estas tres semanas del plan de lucha votado en la Asamblea Nacional Piquetera de La Matanza?
Para nosotros fue importante el hecho de saber que se realizó algo que habíamos propuesto nosotros, el 3 de noviembre (de 2000), en una asamblea realizada a las 2 de la mañana, en el corte de ruta donde lo matan al compañero Verón, cuando llamamos a todos los movimientos piqueteros a realizar un Congreso Nacional. Durante el encierro, cuando se llegaba a cumplir este objetivo, creo que en ese momento, se nos cumplía parte de un sueño porque la idea nuestra apuntaba a que exista una coordinación, una unidad de acción de todos los sectores que luchan. Creemos que esto tuvo mucha incidencia para que estuviéramos en libertad.
Con este plan de lucha nacional se reanimó el movimiento en Mosconi.
Sí. Los compañeros, aún rodeados por la Gendarmería, salieron y cortaron la ruta. Yo les decía a los compañeros que todos dependemos, incluso los compañeros con orden de captura, dependemos mucho de lo que pueda suceder a nivel nacional. Porque el golpe que le han dado al movimiento piquetero del norte de Salta tiene como intención política desmembrar a lo que se ha constituido como una de las vanguardias nacionales del movimiento piquetero. Entonces, para nosotros es importante que el movimiento se haya constituido como una referencia política para todo el país y vamos a seguir dando una batalla para lograr que en la coordinación que exista en el próximo congreso se vayan tomando resoluciones que apunten a que el movimiento piquetero no solamente reclame “planes Trabajar”, que son un paliativo, sino que tengamos un programa de salida que constituya un elemento de superación y que constituya una visión política de la realidad.
El plan de lucha desarrollado ha tenido una repercusión tal que posibilitó nuestra libertad. Pero quedan cosas pendientes, como la libertad de Emilio Alí, de Castells, de Martino, de los propios compañeros de Salvador Maza y el levantamiento de la captura contra los piqueteros de Mosconi. El hecho de que se haya producido nuestra libertad no significa que tengamos que parar acá: la lucha continúa por la libertad de todos los compañeros y el desprocesamiento de los 2.800 luchadores en todo el país.
¿Va a haber una nueva asamblea en Mosconi antes del 4 de setiembre, cuando se realice la segunda Asamblea Nacional Piquetera?
Vamos a dar la batalla para que esto ocurra. Hay una suerte de desmembramiento de la Coordinadora Departamental a partir de todos estos ataques pero aún así creemos que podemos reagruparnos. Estuve el martes pasado, primer día después de mi liberación, y conseguimos 15 puestos de trabajo. Esto refleja que se mantiene el respeto que ha adquirido la Coordinadora de Desocupados de Tartagal. En cuanto a ella, nuestro esfuerzo es tratar de consolidarla y que se constituya en una de las organizaciones que reorganice una Coordinadora Departamental mucho más fuerte y que lleve al plano nacional el programa de los 21 puntos votado en nuestro Congreso.
Después de la gran represión que se produjo, hay una suerte de impacto pero la libertad de nosotros ha motorizado otra vez la esperanza de que se vaya a reagrupar el movimiento de desocupados y se vuelva a potenciar el accionar de las Coordinadoras. Justamente, en estos momentos están saliendo algunos trabajos en el área petrolera, el hecho de conseguir 15 puestos es significativo, dado el cuadro de desocupación impresionante que hay en la zona. No lo digo sólo por la Coordinadora de Tartagal; todas las organizaciones de desocupados están consiguiendo puestos de trabajo. En definitiva, la situación de los movimientos de desocupados del norte de Salta, tiene mucho que ver con el estado de militarización que ha producido la Gendarmería pero aún así, el hecho de que los compañeros hayan salido a cortar la ruta demuestra que no están dispuestos a retroceder y creo que la solidaridad del resto de los piqueteros del país nos da mucha fortaleza.