Sindicales

5/9/1996|509

¿Qué pasa en la planta de Berazategui?

A partir del 1o de julio, la planta de Sevel de Berazategui ha pasado a manos de la empresa DIASA, un consorcio con participación mayoritaria de FIAT, quien ha tomado a su cargo la gestión y dirección empresaria.


Los trabajadores provenientes de SEVEL han quedado como efectivos, luego de cobrar la totalidad de la indemnización por parte del grupo Macri.


En el acuerdo suscripto por DIASA con la UOM seccional, se respetan las categorías que tenían los trabajadores de SEVEL. El salario, en cambio, sufrió una reducción del orden del 20 por ciento (el especializado múltiple pasó de 4,85 la hora a 4 pesos, y el operario calificado de 3,95 a 3,08). Aunque la diferencia fue compensada con un ticket canasta equivalente a dicha suma, éste no vale en el cálculo del aguinaldo, de las vacaciones, ni en el plus de 130 horas anuales (que cobraban los trabajadores de SEVEL y que se conserva en el nuevo acuerdo), además del hecho que no vale a los fines de las jubilaciones y las obras sociales.


Asimismo, las horas extras que en SEVEL se venían pagando al 100% los días sábados hasta las 13 horas, se recortaron al 50%. FIAT eliminó también la conquista de una obra social exclusiva de los trabajadores de la planta (FIAT CONCORD), que prestaba servicios complementarios a los de UOM y que era financiada enteramente con los aportes de la empresa.


Condiciones de trabajo: un misterio


Se desconoce lo que ha acordado la UOM en materia de condiciones de trabajo y flexibilidad.


La empresa recién ha comenzado un proceso de ‘reestructuración’, aunque ya se constata un aumento de la intensidad y de los ritmos de producción. Por referencia a la modalidad de trabajo en SEVEL, se ha comenzado a implementar en algunas secciones la multiplicidad de tareas. Se habla que uno de los pasos siguientes sería la introducción del trabajo en células —una aspiracion que Macri acarició y que no terminó de consumar.


Por lo pronto, ya se incluyó en los recibos un nuevo adicional, titulado “objetivo de calidad”, cuyos términos y bases de aplicación son desconocidos por el personal.


La empresa está en un proceso de expansión (a la fabricación del 147 se le ha añadido el Fiat Uno). Ya han tomado a unos 200 operarios —la mayoría de ellos, despedidos por SEVEL y que tenían una buena foja de servicios— aunque bajo la modalidad de contratos por 6 meses. La intención de la empresa sería llegar al millar de compañeros, con lo cual se duplicaría el personal existente al momento del traspaso.


La etapa que se abre


Los compañeros de FIAT ya protagonizaron una primera pulseada con la empresa. El incumplimiento de las promesas repetidas en la entrega del ticket canasta, dio lugar a un cese de actividades espontáneo que nació en la sección Chapistería y que concluyó paralizando toda la planta. Los ticket canasta, al final, aparecieron. La patronal ha amenazado con represalias a los que encabezaron la protesta.


La nueva etapa que se abre en la fábrica girará en torno a dos grandes cuestiones: la lucha contra la ‘reestructuración’ de las condiciones de trabajo que prepara la FIAT, rechazando el aumento de los ritmos y topes de producción. Reclamar, frente a la expansión que proyecta FIAT, que se creen nuevos puestos de trabajo y que se efectivice a los contratados.