Sindicales

17/4/2020

¿Qué pasa en la UOM?: Rocca y Madanes contra los metalúrgicos

Paolo Rocca y Javier Madanes Quintanilla son dos  popes de la industria argentina, que se encuentran entre las veinte familias más ricas de la argentina. Son además representantes del empresariado metalúrgico y la punta de lanza en materia de ataque a los trabajadores.


En la primera etapa Rocca retaceó licencias al personal de riesgo y luego, cuando se decretó la cuarentena, buscó por todos los medios continuar con la producción. Incluso arralando con los intendentes de los distritos donde están ubicadas sus plantas el traslado de los obreros, y apretando por medio de jefes y supervisores para forzar al asistencia. Cosa que logró con la ampliación de las excepciones a la producción continua y las exportaciones, por la que tanto Roca como Madanes presionaron fuertemente.


La familia Rocca impuso esta política siniestra en la fábrica italiana Dálmine del Grupo Techint, en Bérgamo, que siguió funcionando hasta que los trabajadores dijeron basta, pero ya cuando esa zona registraba  el índice más alto de mortalidad y contagio de Europa.


Las declaraciones del presidente del la cámara de la pequeña y mediana industria metalúrgica de la Argentina (CAMIMA),  José Ammaturo, poniendo como ejemplo a España, que volvió a la actividad a pesar de que tiene más muertos e infectados que Argentina, demuestran que para las patronales la vida humana está por detrás de sus ganancias.


La dirección de la UOM, al servicio de las patronales


La dirección de la UOM, con Caló a la cabeza, actuó como un verdadero ariete al servicio de los reclamos empresarios. Con la tinta todavía fresca del decreto  que supuestamente impedía los despidos y las suspensiones, la UOM negoció con Aluar (Madanes) y con Techint (Rocca)  suspensiones con fuertes rebajas salariales.


La burocracia militó entre los trabajadores, a través de los delegados afines, para presentar esta entregada como lo único que se podía hacer; firmó sin consultas suspensiones en las grandes fábricas y un acuerdo general del pago del 70% del sueldo, que posiblemente en las Pymes termine siendo aún peor.


Con la paritaria vencida y el sueldo congelado la gran mayoría de los metalúrgicos cobra menos de 40 mil pesos, en un cuadro de aumento del costo de vida enorme y sin posibilidad de acceder a ningún beneficio excepcional. Se coloca de esta forma a miles de trabajadores en una situación de extrema precariedad.


Aparte de su política anti obrera, otro aspecto que comparten Madanes y Rocca es que están entre los sectores que más exenciones fiscales tienen y son los que más se han favorecido con las devaluaciones de los últimos años. El reclamo de que abran sus libros contables y que expongan estas ganancias, debes estar entre los primeros puntos de las exigencias del gremio ¡Que la crisis la paguen ellos, de sus enormes ganancias acumuladas!