Sindicales

28/3/1996|487

Que se expropie bajo control de los trabajadores

Macri acaba de anunciar su decisión de deshacerse de la planta de Berazategui: vender las máquinas, las instalaciones y, por sobre todas las cosas, dejar en la calle a  todo el personal.

Los trabajadores han sido sometidos  a un ataque implacable y sistemático con el argumento de ‘preservar la fuente de trabajo’. Sin embargo, vinieron las suspensiones masivas, luego la rebaja salarial, más tarde se procedió a despedir a la mitad de la planta.

Los niveles de superexplotación llegaron a límites inauditos, pero eso no fue suficiente para asegurar la continuidad de la ‘fuente de trabajo’.

Si algo queda claro de todo esto, entonces, es que el problema  no reside en los ‘costos laborales’, que han retrocedido sin cesar, ni en la ‘productividad  del obrero’, que  ha aumentado sin pausa, sino en el capitalismo.

Si Macri y Cía. no son capaces de seguir produciendo y de mantener la fabrica  en actividad, el que debe ser despedido, entonces, es Macri y no los trabajadores. Que  el Estado  expropie a los dueños de  Sevel  y garantice la continuidad de la fábrica, bajo el control de los trabajadores.

Una variante que ha hecho rodar la empresa consistiría  en cederle la planta a la inglesa Rover o a la coreana Daewo. En este caso, con el pretexto de ‘cambio de dueños’, caducaría el convenio actual  y sería sustituido por uno del tipo que acaba de firmar la Fiat con el Smata. Se perdería la antigüedad, las categorías, menor salario y se pasaría a la condición de ‘aprendices’.

Ni un solo despido. No a la aplicación del convenio Fiat-Smata en la planta de Berazategui. Defender la estabilidad, el respeto del convenio y el salario. Expropiación de la planta en caso de cierre, bajo control obrero.