Sindicales
16/9/2004|868
Quiebra de Gatic
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Se acaba de anunciar la quiebra de Gatic. Esto significa que fracasó la tentativa de armar el traspaso de los activos de la fábrica a manos de Gotelli. Como es sabido, Bakchellián, antiguo dueño de la planta, urdió con Gotelli una operación fraudulenta mediante la cual éste se quedaba con la fábrica, mientras la deuda de 500 millones de pesos era absorbida por el Estado. Esta operación dejaba en la calle a más de 2.000 trabajadores y condicionaba el reingreso de los restantes a rebajas salariales y recortes en el régimen laboral.
Gotelli, en su carácter de presidente del fondo especulativo Indular, se comprometía a pagar la irrisoria suma de 12 millones de pesos anuales (la valuación de ese complejo puede superar varios centenares de millones de pesos). A pesar de que el gobierno de Solá hizo un esfuerzo hasta el final para cerrar con Gotelli -y, como parte de ello, mandó a la policía a desalojar la planta de Pigüé-, el acuerdo igualmente naufragó. Todo indicaría que Gotelli reclamaba aún más prebendas. La quiebra fue decretada por pedido de los trabajadores y no por los organismos oficiales.
La quiebra abre un terreno favorable para relanzar la reocupación de las plantas. En primer lugar, el reingreso de los trabajadores desalojados de Pigüé, y también extender ese proceso a las restantes fábricas, en particular a Coronel Suárez, donde está radicada la planta más grande del complejo. La ocupación de todas las plantas es el primer paso para un plan integral de reactivación del complejo fabril bajo gestión de sus trabajadores.