A dos semanas de las elecciones provinciales, la huelga nacional aceitera, que tuvo su epicentro en Santa Fe, irrumpió en el escenario. Por acción u omisión, los tres bloques políticos que se disputan la gobernación, se han mostrado incondicionales de los pulpos exportadores y contra los trabajadores aceiteros y su reclamo salarial.

 

El gobernador Antonio Bonfatti, del Frente Progresista, esperó veinte días de huelga general para salir a atacar al gobierno nacional por no resolver el conflicto y aclaró que no corresponde que las paritarias sean libres, defendiendo así el techo salarial. Pero el cuestionamiento al gobierno nacional no fue por no homologarles el 36% de aumento salarial a los aceiteros, sino porque la huelga está provocando la parálisis de la liquidación de las divisas.

 

¿Cómo podría defender el gobierno provincial una huelga que reclama el salario mínimo igual a la canasta familiar, si ellos cierran paritarias para municipales, provinciales y docentes muy por debajo de la inflación y en cuotas?

 

Por su parte, Miguel Del Sel (candidato del PRO) y Omar Perotti (candidato del PJ y el kirchnerismo) han preferido guardar silencio. Consideraron preferible callar a tener que vociferar contra la huelga. Del Sel tiene en su círculo íntimo a los Vicentín, dueños de la agroexportadora, cuyas plantas han sido paralizadas por la huelga, desde Avellaneda en el norte provincial hasta San Lorenzo. Perotti ha defendido un régimen rabiosamente sojero en Rafaela, desde donde proviene y por el cual pregona.

 

Pero más allá de los vínculos que unen a estos candidatos y bloques políticos con las agroexportadoras, todos defienden un mismo programa: la devaluación de la moneda y el ajuste contra los trabajadores. La huelga aceitera va a contramano de estos planes, y por ello los tres bloques políticos están en un frente común con los pulpos agroexportadores. La Bolsa de Comercio de Rosario y la Bolsa de Cereales de Buenos Aires salieron explícitamente a atacar a fondo la huelga aceitera.

 

El Partido Obrero en el Frente de Izquierda desplegó todas sus energías por el triunfo de la huelga aceitera y para quebrar el techo salarial del gobierno. Hemos impulsado una campaña provincial de apoyo a esta gran lucha, participando de los piquetes combativos en la ruta y las puertas de todas las aceiteras de San Lorenzo. Llevamos adelante una gran confraternización con los trabajadores aceiteros de todo el país, que se encuentran movilizados al cordón industrial. Los candidatos del Frente de Izquierda han difundido la huelga aceitera en cada medio de comunicación en el cual han tenido lugar. 

 

Así concebimos una campaña electoral, llevando a fondo la agenda de los trabajadores en todos los planos.