PO: ¿Cómo se inició el conflicto?

R: Este conflicto viene madurando de a poco. Empezó hace cinco meses más o menos, cuando hicimos un pedido de 200 pesos. Tuvimos como respuesta de la empresa 20 pesos y en bonos de canasta: esto originó en los compañeros una irritación, se decidió parar, hacer un paro y después seguir las negociaciones para ver si la empresa traía o no una contraoferta. Entonces se logró que trajeran 30 pesos más que la oferta primitiva, y bueno, la gente no la considera justa y se decidió también, por medio de una asamblea, hacer un paro por tiempo indeterminado. Hasta hoy la patronal no dio una respuesta que a la gente la convenza.

PO: Y ahora, ¿cómo está la situación?

R: Continuamos en la misma situación que cuando nació el conflicto, o sea que esto no ha variado en nada, la posición nuestra es firme y nos mantendremos en ella hasta torcerles el brazo. Si “estos señores” no deponen su actitud (en la última reunión en el Ministerio volvieron a discutir la oferta de los 20 pesos…) , esto va a continuar. En estos momentos el mes ya está perdido, así que acá hay que continuar.

PO: Ustedes hablan de la flexibilización laboral y que en Propulsora ya la están aplicando desde hace mucho. ¿Cómo es eso?

R: Hace un año y medio que la tenemos, porque a nosotros nos hicieron firmar una carpeta con la flexibilización laboral. Tuvimos que entregarles puestos de trabajo por “dos de torta”, debido a las presiones de cierta gente que hoy se mantiene a la cabeza del gremio. Esta es la desgracia que tenemos y tenemos que revertir todo esto. Acá la aplicaron y ése es el miedo de la gente, pero cuando los compañeros maduren un poco con este conflicto, es la oportunidad de rechazárselas. Ya no va más. Date cuenta que acá 4 años atrás o 3 atrás, éramos 1.200 y hoy estamos hablando de 500, el 50% de merma de compañeros y la fábrica viene produciendo en la misma forma o más, en el mes de diciembre se hizo el récord de chapas laminadas en la historia de Propulsora.

Es como la reforma laboral, en Propulsora y en todos lados: más trabajo por menos plata. Estamos convencidos que todo esto lleva a los trabajadores a la quiebra, que quieren hacernos trabajar para la comida y nada más, o sea que la condición humana y social va a quedar deteriorada en los compañeros.

La reforma laboral nos va a romper la cabeza, ojalá que no salga, desde ya hay que hacer votos para que no salga.

10/9/93