Sindicales

18/2/2015|1351

Químicos: en defensa de TFL y las conquistas

Es necesario el respaldo de todo el movimiento obrero


La gran huelga de 3000 obreros químicos contra el vaciamiento de TFL puso en jaque a toda la patronal, incluso mas allá de la química: la medida había logrado parar la producción de la acería de Siderca, del poderoso grupo Tenaris, en la mañana del 22 de diciembre. Tras 12 días de una compactísima huelga, el gobierno actuó ese día como agente del interés patronal; la invulnerable huelga se levantó en una audiencia sin la presencia de la patronal, a cambio de una supuesta garantía del gobierno de resolución del problema, dictando una conciliación hasta el 31 de enero. La conciliación sirvió sólo para levantar la huelga: en el curso de la misma dos empresas despidieron, arreciaron los ataques contra el sindicato de jerárquicos, Carboclor y otras empresas presionaron a los obreros a no retomar la huelga el 31 so pena de represalias, etc. El 31, finalmente, TFL envió telegramas de despido a 75 compañeros. Tras cartón, la planta fue clausurada por razones de riesgo ecológico. Todo muy conveniente. 

Una semana antes del fin de la conciliación, el Partido Obrero volanteó en las plantas una declaración reclamando que todo el movimiento obrero de la zona, con los químicos a la cabeza, hicieran un corte de advertencia en la rotonda a favor de una solución a los problemas planteados, en el entendimiento de que el problema de los despidos y cierres, y el ataque a las conquistas de los trabajadores era una cuestión general, que por lo tanto los químicos se habían ganado el reconocimiento de todo el pueblo y que su victoria era la de todos. Inexplicablemente, los sindicatos químicos se delimitaron de esta propuesta que fue bien recibida por el activismo, porque preparaba las condiciones para el desenlace. 

Ahora, con centenares de despidos planificados por la patronal de Tenaris, y con este resultado en químicos, una respuesta de todos los gremios es crucial. Peleamos por la convocatoria de un congreso de delegados de todos los gremios y todas las CGTs locales que resuelva una acción conjunta contra los despidos y suspensiones, y en defensa de nuestras conquistas. Es necesario alterar el clima político de hipocresía de los intendentes y los políticos patronales, que -mientras les palmean la espalda a los dirigentes químicos- por lo bajo trenzan con Rocca y la patronal, y reclaman “calma” a los trabajadores. El caso mas emblemático es el concejal por el FpV de Zárate y secretario general de la UOM, que frente a los despidos en Siderca grita en conferencia de prensa que no va a tomar ninguna medida porque afecta al gobierno.

La victoria de los químicos es crucial para todo el movimiento obrero.